Decisión radical
En la vida de un ser humano adulto, y ya, en la etapa que se encuentra con facultad de decisión, para poder determinar qué rumbo tomar en eventuales circunstancias; es importante evaluar que actitud establecer, para elegir el camino final.
Algunos comentarios de personas con las que pude entablar una pequeña conversación sobre política actual, manifestaron que viciarían su voto o que votarían en blanco – “total cualquiera de los dos, entrará a robar” decían algunos. Otros decían: - “no elijo a ninguno porque después si hacen un mal gobierno, de alguna manera me sentiré responsable”
Pero el asunto es bien claro – como dijo anoche en el programa televisivo “sin medias tintas” un publicista –: “Centrarse en la corrupción de funcionarios de un gobierno, es el problema menor. El problema mayor, es ver cuál de los candidatos a la presidencia, quiere cambiar el modelo económico alcanzado hasta el momento” El mismo modelo económico que nos ha puesto en el ojo de todo el mundo.
El candidato a la presidencia - Teniente Coronel dado de baja - Ollanta Humala, dice que separará del comité electoral al presunto revoltoso de su agrupación, que con otro tanto de personas agredió al periodista Jaime de Althaus. Pero el asunto no es separar a ese elemento; porque detrás de él, hay otros con la misma intención. El problema es que el señor Humala, azuza en sus mítines a sus partidarios y estos son los que seguirán atacando a la prensa.
Honradamente me da mucho temor que salga como presidente de la República el señor - Teniente Coronel dado de baja - Ollanta Humala, porque se le nota, tener intención de cambiar el modelo económico de nuestro país. El mismo modelo económico que permite favorecerme en mi trabajo. Porque mi trabajo en la cadena productiva, no es un servicio de primera necesidad. Soy músico, tengo mi agrupación musical y a su vez me llevan otras orquestas para tocar en ellas. Y en la actualidad con el favor de Dios y gracias al modelo económico, tengo regular trabajo. Porque la gente tiene dinero como para darse el gusto de contratar agrupaciones musicales en sus hogares, empresas, instituciones, etc. Ese es mi temor.
Y ahora viene la intención del primer párrafo de este artículo. Mi esposa y yo, ya tenemos decidido, que si por mala suerte, llega a la presidencia el Teniente Coronel dado de baja Ollanta Humala, vender nuestro departamento, e irnos a vivir a Estados Unidos. Ya tenemos contacto con un amigo músico que tiene una empresa de espectáculos en dicho lugar. Para ser más exacto en el Condado de Arlington en el Estado de Virginia. Esta empresa bien montada, se dedica a distribuir orquestas, agrupaciones musicales y espectáculos artísticos a diferentes Estados y ciudades del país del norte; entonces el trabajo estaría asegurado. Algunas personas pesimistas nos dicen: -“Si, y seguro que les van a dar visa”. Pero estas personas lo que ignoran es, que con un contrato te dan la visa, porque ya no irías a “patear latas”
Pero todavía cabe la esperanza de quedarnos en nuestro país y pedirle al Beato Juan Pablo II, nos haga el milagro de no caer nuevamente, en la dictadura Velasquista de los años 70.
Andrés Arbulú Martínez
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