¿Cómo guardar y proteger nuestros recuerdos más queridos? ¡Con un fotolibro!

Las fotografías representan recuerdos importantes de nuestras vidas. Ya sea un álbum de familia, una colección de instantáneas de la niñez o las fotos de un recién nacido, todos esos sucesos tan importantes se pueden capturar y guardar para disfrutarlos dentro de años. Con lo importante que es conservar estos recuerdos, además de preservarlos para el futuro, es muy interesante poder elegir la decoración de los fotolibros.

¿Cómo se pueden guardar las fotos de forma segura?

Hay que escanear y guardar las fotos en DVD. Almacenar las imágenes en el disco duro del ordenador conlleva riesgos: podría averiarse y acabaríamos por perder las copias de las fotos.

Como alternativa segura, recomendamos utilizar un servicio de carga por Internet. Además de poder disfrutar de ellas en un álbum atractivo, tendremos la seguridad de saber que hay copias guardadas en otro lugar.

Para colocar las fotos, se debe usar un papel que no tenga ácidos. El papel de construcción, que se usa a menudo en manualidades, no está pensado para trabajar con fotos y podría dañarlas.

Además, para conservar las fotos en buen estado hay que usar cubiertas de plástico que no contengan PVC. Como alternativas seguras están el mylar, el polietileno o el polipropileno.

No conviene usar cinta adhesiva corriente para pegar las fotos en el álbum. Con el paso del tiempo amarilleará y podría arrancar trozos de las fotos al tratar de despegarlas. En las tiendas de fotografía nos recomendarán un adhesivo más apropiado.

Si guardamos las fotos en una caja, hay que poner separadores entre ellas o separarlas con papeles sin ácido, ya que si las fotos están apiladas, la humedad las dañará y hasta podría destrozarlas.

Otro detalle importante es que no conviene escribir directamente sobre las fotos. Aunque, si optamos por escribir en el reverso, mejor será evitar los bolígrafos normales, ya que la presión de la punta daña la imagen del otro lado.

Ocasiones para crear álbumes de fotos

Bodas: un álbum de boda decorado con esmero será un precioso recuerdo para los novios, que lo atesorarán toda su vida. Los álbumes de fotos de boda profesionales pueden ser carísimos, pero se pueden tomar instantáneas al descuido de los invitados y preparar un álbum. Dentro de unos años será muy divertido echarle un vistazo.

Nacimientos: esos padres (y abuelos) tan felices estarán como locos por hacerle miles de fotos a su recién nacido. El hospital, los primeros días… hay un montón de oportunidades para hacer fotografías y recoger los primeros instantes de la vida del pequeñajo.

Días de colegio: otra idea fenomenal consiste en recopilar las fotos del niño o la niña en un álbum dedicado a sus andanzas escolares. Cada año podría empezar con una foto de la escuela, junto con otras imágenes. Amigos y familiares quedarán boquiabiertos al ver cómo cambia y crece con los años.

Días de fiesta: uno de los mejores momentos para sacar fotos son las reuniones en días especiales, con amigos y familiares. La decoración navideña, las cenas en familia en fechas señaladas o el Carnaval y otras fiestas de disfraces son buenos temas para dedicarles álbumes de fotos.

Vacaciones: ojear las fotos de las vacaciones es una manera magnífica de recordar esos días tan divertidos que pasamos en familia. Los cruceros ofrecen a menudo los servicios de fotógrafos profesionales, que aportan accesorios e ideas para hacer las fotos más divertidas. También podemos optar por retratos de familia o retratos formales a modo de souvenir de unas vacaciones estupendas.

A la hora de decidir cómo será un fotolibro hay un sinfín de posibilidades. La idea es conservar los recuerdos, para que podamos disfrutar de ellos durante muchos años.