El perfume y la piel
Una de las cuestiones que más preocupan a los consumidores, especialmente aquellos que tienen algún problema de alergia o alguna patología relacionada con la piel es la interacción de los perfumes con la epidermis. Sin embargo, para tranquilidad de todos, los perfumes de primera marca suelen ser hipoalergénicos, es decir a prueba de cualquier tipo de reacción alérgica. De esta manera, sería altamente improbable que una persona presente una reacción alérgica a un perfume de marca, sin embargo deberemos tomar algunos recaudos.
Si se prueba una nueva marca de perfume, lo ideal será aplicar una pequeñísima cantidad en el antebrazo, y aguardar unos minutos. Si no se presenta ningún tipo de enrojecimiento o sarpullido, entonces podremos usarlo con tranquilidad. Sin embargo, existen pieles sensibles que pueden reaccionar al alcohol etílico que los perfumes suelen contener en su formulación. Vale destacar que no todos los productos perfumados tienen la misma concentración de alcohol. El perfume, por definición, debe contener entre un 10 y un 35% del principio activo (las esencias que le dan su bouquet característico), siendo el resto alcohol etílico y agua, combinados en mayor o menor grado.
El agua de perfume tiene casi la misma concentración que el perfume, aunque suele contener un grado algo mayor de agua. El agua de tocador y el agua de colonia son los productos que menos afectará la piel, aunque su fragancia es menos perdurable. El agua de tocador sólo incluye un 15% de principio activo, mientras que el agua de colonia solamente contiene un 5% de esencia. Para sentirse totalmente cómodos, lo mejor es ir probando la reacción de nuestra piel a estos productos, hasta seleccionar el que nos sienta mejor.
Uno de los errores más comunes es aplicar el perfume sobre el pelo. Esto es altamente desaconsejable, pues el cabello humano suele estar recubierto por una importante capa de sebo, o aceites grasos naturales, encargado de darle el brillo que el pelo sano tiene. Como los aceites esenciales de los perfumes son solubles en grasa, el aplicarlo sobre cabello potenciará el olor, a veces causando efectos indeseables. Además, el alcohol podría dañar el cabello restándole vida y suavidad.
Para aplicar el perfume de forma ideal, deberemos superar la prueba del "círculo personal": nadie debería sentir nuestra fragancia más allá de un círculo invisible a nuestro alrededor de aproximadamente un brazo de longitud. El perfume es un mensaje sutil, y aplicado en exceso puede llegar a cumplir un propósito opuesto al que tenía.
Andrea Andorra es asesora de belleza para http://www.perfumesandorra.com, tu tienda online de perfumes y cosméticos.
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