Los perfumes, una costumbre universal
Desde el mismo comienzo de la humanidad, los hombres han buscado distintas maneras de perfumar sus cuerpos y los elementos que los rodean. Desde épocas muy remotas, distintas civilizaciones han incursionado en la elaboración de sustancias que permitían aportar sus bellas fragancias, tanto para el uso personal como para la realización de rituales religiosos. Tal es el caso del pueblo egipcio, maestros en la elaboración de bálsamos y esencias. Sólo las clases altas tenían permitido el uso o la elaboración de perfumes. Un ejemplo de esto es Cleopatra, quien era conocida por elaborar sus propios perfumes. El sumo sacerdote también preparaba perfumes y bálsamos olorosos, como lo atestiguan los restos encontrados en antiguas tumbas de faraones.
El procedimiento que solía emplearse era la mezcla algunas plantas aromáticas con aceites machacados en un mortero, y luego pasados por un tamiz. El empleo de las plantas aromáticas está atestiguado en diversos libros sagrados, como por ejemplo la Biblia, en donde se encuentran abundantes mediciones al incienso y la mirra (dos hierbas aromáticas) como así también a las maderas nobles, único material con el que se podía construir los templos para adorar al Señor.
Los adelantos en la ciencia y la tecnología han hecho posible que hoy los consumidores tengan a mano una enorme variedad de perfumes para elegir, cubriendo un amplio espectro de calidad y marca. Una fabulosa cantidad de dinero se mueve año tras año la industria del perfume, y por este motivo se ha desarrollado toda una línea de marketing tendiente a la promoción de estos productos. Tampoco es casualidad que sean las empresas más importantes del mundo de la moda las que lleven adelante los lanzamientos de perfumes de primerísima marca. De hecho, muchas empresas fabricantes de perfumes han sido adquiridas por estas empresas, convirtiéndose en unidades de negocios de las mismas, a veces responsables por el grueso de la facturación del grupo empresario.
En definitiva, los perfumes ahora se encuentran más accesibles, a precios sumamente razonables, habiéndose convertido en uno de los artículos de mayor demanda y venta en el mundo. Muchas personas consideran que no están completamente vestidas o listas para salir al mundo si no tienen sobre su piel algunas gotas de su perfume favorito. El perfume ayuda a crear la imagen que deseamos dar a los demás de nosotros mismos, creando sensualidad y glamour. Siempre hay un lugar extra en el tocador de los más coquetos para perfumes, que no s hagan sentir un poco más bellos.
Andrea Andorra es asesora de belleza para http://www.perfumesandorra.com, tu tienda online de perfumes y cosméticos.
Registro automático