Bajar los impuestos: Una posible alternativa para reactivar la economía

Ante el actual panorama económico y después de corroborar la inmediata recesión del comercio internacional y la contracción de las primeras economías del planeta, nuestros políticos deberán plantearse diferentes planes de contingencia.

El modelo propuesto por Gordon Brown: Rebajar el tipo impositivo de los impuestos

El ministro de Economía Alistair Darling esta considerando reducir el tipo impositivo del I.V.A (Impuesto del Valor Añadido) del 17,5 % al 15 % para reactivar su economía conjuntamente a un plan de ayuda destinada a suministrar liquidez a las empresas.

Crea un precedente que posiblemente puede ser secundando por otros ministros de economía de los países que forman parte del G20 rebautizado G23.

Sin embargo cabe destacar que ante el déficit fiscal que presentan países como España, Estados Unidos, o Italia la subvención o ayuda fiscal vía reducción de impuestos o tipo impositivo puede ser una medida contraproducente. Hay que reactivar las economías incentivando a las empresas sin duda pero actualmente después de desaprovechar en algunos casos una década prodigiosa financiera y económica no disponen de fondos propios ni un presupuesto consensuado para poder hacer frente a medidas tan necesarias.

Otra opción propuesta que en algunos casos ya se cumplen es incentivar únicamente aquellos sectores empresariales que cumplan diferentes requisitos como: respecto al medio ambiente, mejora de la competitividad y productividad del país miembro, o que invierta en valor añadido.

España: Un ejemplo de partidismo y falta de consenso en las medidas anti crisis

Sin tener en cuenta ni analizar nacionalismos e identidades propias de cada territorio en lo que se refiere a política fiscal para incentivar la economía en nuestro país observamos diferentes puntos de vista y medidas fiscales que perjudican al entorno macroeconómico por su falta de homogeneidad y equilibrio.

Impuestos tan relevantes como el impuesto de sociedades o patrimonios ha creado constantes disputas y discrepancias en diferentes comunidades autónomas ha provocado que según en que comunidad autónoma nos encontremos diferencias sustanciales al liquidar impuestos de vital importancia en una actividad económica, la obtención de un patrimonio o incluso la transmisión de propiedades.

Aunque el órgano del impuesto del que procede gran parte de la recaudación (I.V.A) es el estado, en muchos otros casos cada autonomía independientemente práctica una política fiscal que beneficia o perjudica al sector empresarial.

Analizando únicamente la situación económica actual debemos exigir consenso y unidad que incite a practicar una política fiscal uniforme y homogénea. Impuestos como el de Sociedades, Patrimonio, de Transmisiones patrimoniales o de Donaciones y Sucesiones son fundamentales en un plan de contingencia anti crisis que ayuden a solventar el próximo ejercicio. Esperemos que el bien común prime al déficit fiscal.

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