Consejos para ayudar a los niños durante el divorcio

La lucha contra el régimen de visitas para la custodia de los niños y la crianza de los hijos es la peor cosa que puede pasar en una familia. Siempre es feo. Los estudios muestran que el daño a los niños está más estrechamente relacionado con el conflicto tras el divorcio.

Todos los matrimonios tienen conflictos antes y después del divorcio, pero si quieres proteger a tus hijos puedes terminar con el conflicto y resolverlo, al menos dentro de ti mismo y tan pronto como te sea posible.

Para proteger la relación esencial entre padres e hijos, hay que aislar a los niños del conflicto con el otro padre porque el divorcio no es problema de los hijos, sino tuyo. Evita comentarios que expresen que el otro padre es una mala persona o que es un mal padre.  No pongas a los niños como rehenes, ya que no son peones o piezas de trueque en juego.

Respecto al calendario de crianza de los hijos,  negocia con tu pareja cualquier factor que tenga que ver con su estabilidad y con un mejor contacto con los padres.

Para proteger a tu hijo de un dolor casi insoportable por causa del divorcio, no digas nada malo sobre el otro padre delante de tus hijos.

No socaves o interfieras de cualquier manera en la relación del niño con su otro padre. Después del divorcio no será fácil afrontar este tipo de críticas.

No pongas al niño en una posición de tener que tomar partido.

Alienta todos los tipos de relación constructiva que tus hijos puedan tener con su otro padre.

Deja que los niños sepan que estás contento cuando lo estás, anímalos a demostrar amor por el otro progenitor.

Los niños realmente pueden ponerte de nervios en un momento como este, y la crianza de los hijos es suficiente para abrumar a cualquier persona normal.

No eres Superman o la Mujer Maravilla y los niños no están designados para ser criados por una persona sola. Necesitas ayuda y apoyo por parte del otro progenitor.

Consigue la ayuda de otros familiares, amigos y grupos de padres así como organismos de apoyo en la escuela de tus hijos. Obtén referencias de los grupos en tu área cuando llames a templos, iglesias o agencias de servicio social.