Karl Lagerfeld y el glamour del casino

La idea del glamour y los casinos está en el subconsciente de toda una generación. Para muchos, los casinos son sinónimo de riqueza, belleza y derroche. James Bond y Vesper Lynd son un caro ejemplo de esta fauna en decadencia que se ha transformado en una idea romántica de la que poco queda.Para algunos, sin embargo, este sueño aún vive.

Nada menos que el famoso diseñador de la casa Channel, Karl Lagerfeld, quien es probablemente el mayor ícono viviente de la moda y el buen gusto, y que se ha codeado con estrellas de cine y levado a la fama a las más exitosas modelos. Karl Lagerfeld, además de ser un emperador en el mundo de la moda, es también un reconocido fotógrafo y artista visual, quien ha incursionado en el mundo del cine con algunas cintas cortas.

La última de ella es “The Tale of a Fairy”, una oda al glamour que ha sido comparada con los filmes de Federico Fellini por la efectiva creación de un ambiente de glamour y decadencia al mismo tiempo. En esta cinta, un hada, protagonizada por la modelo Freja Beha Erichsen, es la mejor estrategia de ruleta para las bellezas que visten Channel y juegan su dinero en los casinos de Monte Carlo. Filmada casi completamente en blanco y negro y con una duración de menos de media hora, este cortometraje pretende ser una narrativa sobre las vidas de las mujeres que visten las costosas y a veces inalcanzables prendas del propio diseñador, sin importarles el precio.

Es por ello que el hada las acompaña en la suerte del la ruleta.Lo cierto es, la cinta no es en ningún caso un ejemplo social y menos un reflejo de la sociedad actual. Lo cierto es que incluso la realeza ha decidido vivir de manera más austera, y los casinos no son el mundo glamoroso que eran antes. La mayoría de la gente prefiere la ruleta online gratis, en que la etiqueta y el glamour no son necesarios. El azar se ha transformado en una distracción, en un mundo en que la mayoría de las personas tiene acceso a la web, y con ello, a la diversión, el relajo y el entretenimiento a un bajo coste y sin la mística de antaño. Incluso las relaciones sociales se han visto cambiadas e informalizadas a través de las redes sociales, en que a gente expone más sus vidas privadas y el misterio de James Bond forma parte de una época pasada.