Cuento para ser leído como si hubiera un fondo de música dramática

Tú, eres una novia desquiciada. Oh sí y tú tienes vestidos de novia desquiciada… ¡Oh en verdad te digo! que tú eres de lo más trastornada amor mío y yo, yo te amo tanto, tanto. No me importa que tus ojos den piruetas aun así me miro en ellos y suspiro, suspiro por ti mi dulce Sandy.

El blanco de las camisas de fuerza no te sienta bien, pero el blanco de los vestidos de novia, ese amor mío te sienta muy bien. Te llevo flores casi a diario, a veces me tardo más a veces menos, todo depende de cuánto tiempo tengan de haberse marchitado. ¡Oh, Sandy, Sandy!, lo más hermoso del mundo eres tú mi amor.

Me encanta saber que estás loquita, loquita por mí. Puedo sentirlo cuando estrujas mi mando mientras caminamos en el parque, lo sé por tus gritos incomprensibles y tu manera de cachetearme sin razón. Amo tus arranques y tu mal de tourette, también amo tus besos sobrecargados de saliva. Tú eres mi desencajada y yo soy el hombre de tus fantasías.

Me gusta jugar contigo a matar bichos inexistentes, microscópicas bacterias que solamente tu puedes ver. Te sigo la corriente para estar a tu lado. Me encanta tu risa desparpajada y sin razón, yo respondo con la misma intensidad, puedo creer que el ataque de carcajadas es nuestra actividad favorita, nos gusta explotar con risas de matraca hasta sacarnos el último aliento, quedar morados y con el estómago adolorido.

Tú, eres una novia desquiciada. Oh sí y tú tienes vestidos de novia desquiciada… ¡Oh en verdad te digo hermosa Sandy! que tú eres la mujer que amo y con quien yo quiero siempre estar, uuuhh oooohh oooohh ooooh. Viva la bodas!