¿Cómo le hablo a mi hijo del divorcio?

El divorcio es una situación difícil, especialmente cuando hay niños de por medio. ¿Cómo hablar con ellos acerca del divorcio de sus padres? En particular los adolescentes necesitan ser tratados con cuidado durante el proceso de divorcio.

Debido a que los adolescentes están descubriendo su autoestima y comienzan a explorar relaciones, son sensibles a las cuestiones de divorcio. Si los padres no discuten el divorcio a fondo con sus hijos adolescentes, pueden crecer con puntos de vista distorsionados y enfermos de sí mismos, de sus padres y del matrimonio en general.

Hablar del divorcio con los adolescentes

Los adolescentes pueden parecer envueltos en su propio mundo y en sus problemas, pero no son ajenos a los argumentos y a las tensiones que preceden a un divorcio. Debido a esto,  es responsabilidad de los padres informarles sobre un inminente divorcio tan pronto como se hayan puesto de acuerdo. Si los padres no hablan del divorcio con los adolescentes y ellos se dan cuenta por otra vía, ellos pueden tomarlo como una falta de confianza y su autoconfianza podría erosionarse, aún más si se descubre el divorcio por conversaciones ajenas o mientras husmean en papeles.

Los padres deben dar la noticia en un entorno privado y familiar, tal como el dormitorio o la sala de la casa. Un ambiente confortable anima al adolescente a responder u hacer preguntas sin sentirse cohibido. Para evitar que uno de los padres sea culpado del divorcio, deben dar la noticia juntos, lo cual demuestra también su preocupación por el adolescente.

Los adolescentes necesitan adaptarse a las noticias a su manera, por lo cual pueden hacer preguntas, enojarse o prestar atención. Prepárate para responder a cuestiones prácticas tales como que los padres se muden, con quién van a vivir o sin van a cambiar de escuela. Si no hay ningún detalles dispuesto, es importante que seas honesto acerca de cómo se resolverá todo.

Temas para discutir acerca del divorcio

Si los padres tienen un tema más importante que discutir con los adolescentes que el divorcio, no es culpa de los adolescentes. No es raro que los adolescentes se sientan como si hubieran sido los causantes del divorcio,  y ese sentimiento de responsabilidad puede dañar su autoestima y dificultar su crecimiento emocional. La honestidad es la mejor manera de tranquilizar a un adolescente. Hay que explicarle las circunstancias de un divorcio; es decir, si los problemas han sido causados por el adulterio, el abuso, las finanzas u otros factores.

Cuando los adolescentes saben la verdad, será menos probable que “fabriquen” sus propias razones y culpas de la situación.

El divorcio ocurre porque la gente cambia y no porque los matrimonios no valgan la pena. Si se discuten los puntos positivos del matrimonio y de las relaciones, los padres podrían tranquilizar a sus hijos. Siempre hay que recordar a los adolescentes que cada padre es una buena persona con cualidades admirables, esto ayudará  fomentar las relaciones sanas después del divorcio.