Traspasando la cerrazón
“Recordarle al dulce reino de estas tierras, a mi querido Piedras Negras, cuando yo ya no esté, díganles que los he amado más de lo que jamás me atreví a confesar” Fernando Martínez Ortiz(1936-2007).
Las quejas, delirios, pasividad, y el engaño que ejercemos sobre nosotros diariamente, nos separan del descubrimiento pleno de la esencia vital. Permanecemos anclados en la realidad que aborrecemos y terminamos aceptando injusticias, abusos, o inconsistencias sociales, solo por por nuestra indiferencia. No es fácil para el hombre encontrarse de frente con la verdad; pues ésta con seguridad le imputará una respuesta. El hombre ordinario se conforma con respirar para no pensar, respirar no le exige esfuerzo, pensar y actuar sí.
Me gustan los hombres visionarios, aquellos que caminan solos por largas jornadas traspasando el muro de la ignorancia y regresan para compartir lo que ven del otro lado. Los visionarios emotivos, quietos ó ágiles, constructores fieles a su deseo de ser. Aquellos que hacen de los horarios un instrumento flexible y de los acontecimientos un motivo, punto de cambio, principio o fin.
De encontrarse en su trayecto el mar, nadan entre las olas de las masas inquietas, entre el bullicio de las sociedades inhóspitas, en el jolgorio de lo corruptible. Concentrados en su deseo impetuoso de llegar a la otra orilla. Luego salen y mojan su cuerpo en agua dulce para quitar el residuo salado adherido a su piel.
El visionario es aquel, que hace de cualquier entorno algo inusitado, puede desde su lugar de espectador: trastocar cada una de las escenas, definir los sonidos, el sentir del paso del tiempo. Conoce los espacios, el llanto, susurro, el silencio, los diálogos, el por qué de lo que observa. Sueña trabajando y en plena interacción. El hombre es interacción, con el viento, con el propio hombre. Vivir es avizorar más allá de lo impuesto, recoger los sucesos, plantear reflexiones, criticar un punto con argumentos, defender a los caídos, reafirmar que aquí estamos y además pensamos.
Conocí y escuche de cerca el timbre de voz de un visionario. Volvió de Roma a Piedras Negras Coahuila México, con el firme deseo de enfebrecer el espíritu de su entorno. Un formador intelectual y cultural creador de grupos activos que de una u otra manera respaldaron sus sueños y edificaron los propios. Amante de la educación cimentó dos instituciones educativas en la frontera norte. En el ocaso de sus días (cuando las fuerzas abandonaban su cuerpo) previó la construcción del Centro Cultural Multimedia 2000, donde los niños de pocos recursos pudieran tener acceso a espacios de educación y tecnología y lo logró. Simultáneo al centró creo el tabloide “Crónicas” que posteriormente pasó a formato de revista “La Buena Noticia” un organismo difusor de artículos con lenguaje sencillo y contenido social, más allá de las revistas de moda y farándula. Así presenta a través de sus páginas la vida trasfigurada en cuento o fábula, en expresión solidaria, en una crítica de opinión para interpelar conciencias y encontrar ecos. Ecos que emerjan del compromiso del lector, inspirado en actuar a favor del bien común. Pbro. Fernando Martínez Ortiz deja un legado que hoy compartimos con aquellos hombres y mujeres de bien que deseen sumarse y leer la “Revista La Buena Noticia” en versión digital e impresa y continuar así, sembrando semillas a través de este suplemento cultural. ¡Sean bienvenidos! Únanse al esfuerzo de los que seguimos firmes manteniendo a flote los Centros educativos, el Centro Cultural y la revista. Loable labor iniciada por un solo hombre, del que damos fe aquellos que lo conocimos. ¿Seguramente sabes de un ser humano como estos?, puedes ser que seas uno de ellos. ¡Hay que hacer que la tierra sea fértil! Que el pasto reverdezca y los árboles de la educación y sabiduría den sombra para todos. ¡Fertilicemos nuestro interior!.
Ingresen y sean contacto de:
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Autor: Linda Asalia Solís Aldaco.-Carrera comercial, promotora de formación moral y humana, integrante de redes solidarias de la localidad. Enlace de la Revista La Buena Noticia. Publicó en la revista literaria Letras Negras.
Asalia Solís
exelente difusion, si el hombre se mirara a si mismo e interiosara en si y escarbara en sus memorias descubriria que no solo se viene a esta vida transitoria a vivir por vivir si no mas bien tenemos que vivir para trascender. No es un elogio a la vida aquel que solamente "vive bien", y ensordece a su conciencia..
El articulo esta genial, refleja la lucha incansable del padre fernando martinez ortiz y te alienta por medio de su ejemplo y legado que nos dejo a seguir adelante.
exelente difusion, realmente cuando el hombre aprende a interiorizar y a redescubrir en sus memorias descubre que en esta vida transitoria no solamente se viene a vivir por vivir. mas bien se vive para transcender. Un elogio a la vida no es aquello donde "se vive bien". si no todo lo contrario cuando se trasciende por un bien común
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