Cultura Del Riesgo

El riesgo institucional se convierte cada día más, en motivo de preocupación en las diferentes organizaciones y empresas a nivel mundial y, sin duda alguna, este aspecto es de interés y responsabilidad de todos los miembros de la organización, por cuanto los objetivos a alcanzar tienen afectación en todos y cada uno de los campos en que se desenvuelve la sociedad, entre los que destacan el campo social y económico. 

En este campo, existe un constante interés en los auditores en crear un lenguaje referido al riesgo para las organizaciones y, ese debiera ser el interés de los administradores en su accionar, orientado a la Gestión del Riesgo Empresarial, con el propósito de que cada uno de los miembros de la entidad comprenda claramente, todo lo relacionado con la evaluación, valoración y gestión o administración del riesgo. 

Incentivando y logrando lo anterior, se crea una auténtica cultura de riesgo desde un punto de vista fáctico, es decir, no solamente desde la perspectiva de la teoría, ley o doctrina sino del cumplimiento de los principios básicos, al ser aplicados a cada uno de los objetivos institucionales. 

Cuando cada uno de los miembros de la organización se identifica con la Cultura de Riesgo existente y domina el lenguaje referido a ésta, logrará comprender la potencial afectación que cada uno de los objetivos propuestos, para el éxito de la empresa, puede tener, de ocurrir los potenciales eventos identificados en la valoración del riesgo. 

La afectación en el cumplimiento o logro de los objetivos no solo afectará, como erróneamente se cree, a los dueños de la empresa. Los empleados dependen de manera directa de los resultados que se obtengan durante el proceso productivo y, en consecuencia la economía girará en torno a la producción de la empresa y al beneficio percibido por los trabajadores que obtienen mediante la remuneración su capacidad de consumo y de pago. Esto es también aplicable a las instituciones del gobierno, aunque con un enfoque más social que, no por ello, demerita la necesidad de identificarse con la cultura de riesgo organizacional. 

Es así como, cada miembro de la organización debe cumplir el rol que le corresponde en la gestión del riesgo, de manera eficaz, en todos los niveles y áreas de la organización, pero para ello deberá estar familiarizado con el lenguaje propio de la cultura del riesgo creada en su institución u organización; de no ser así, existirá un grave problema de comunicación que impedirá un eficaz cumplimiento de la gestión del riesgo que podría afectar el logro de los objetivos y metas propuestas para el éxito de la empresa. 

¿Está usted cumpliendo su rol, en su nivel y en el área que se desenvuelve?

¿Conoce usted el lenguaje de la cultura de riesgo que existe en su empresa?

¿Promueve el jerarca de su institución una cultura de riesgo y establece los parámetros de acción, incluido el lenguaje necesario para una adecuada comunicación? 

Si usted es el jerarca, ¿está tomando las medidas necesarias para que, dentro de la cultura organizacional, exista una cultura de riesgo, con un lenguaje comprensible para todos los participantes de la organización? Si aún no puede contestar afirmativamente a estas interrogantes, tenga en cuenta las siguientes consideraciones: 

1.- Si considera que la cultura de riesgo en su organización no es aún sólida y clara, debe crearla de inmediato y crear con ella un lenguaje comprensible, que represente también una cultura, para que sea utilizado y comprendido por todos. Si ese lenguaje es competencia de un organismo superior rector, el cual gira las directrices para la evaluación, valoración y gestión del riesgo, pase al siguiente punto. 

2.- Comunique, en términos claros y sencillos los términos y conceptos a ser utilizados por todos los miembros de la organización, evitando términos confusos o complicados. Téngase presente que el riesgo institucional subsiste en función de dos conceptos básicos, los cuales son probabilidad e impacto. Esto significa, la probabilidad de que ocurran eventos que afecten la consecución de los objetivos y el grado de afectación o impacto que estos eventos tengan. 

3.- Utilice ejemplos que clarifiquen los términos y conceptos utilizados en el lenguaje de riesgo de la organización. Un ejemplo práctico es: “el propósito de ir al trabajo”. Es fácil comprender que, el objetivo principal es llegar al trabajo, algunos objetivos específicos serán llegar temprano, utilizar un medio de transporte accesible y barato. Para todos estos objetivos existen potenciales eventos que podrían impactar el logro de los mismos. Por ejemplo, una huelga o paro de algún sector de la sociedad, una llamada inesperada informándonos de un asunto de sumo interés, una avería en el medio de transporte utilizado. Sin profundizar en este tema, es importante indicar que un acontecimiento puede desencadenar en otros acontecimientos de mayor impacto para no lograr los objetivos. 

Observe la importancia de poner ejemplos descriptivos para un mejor entendimiento del lenguaje de riesgo y que en toda la organización se comprenda claramente la importancia de una cultura de riesgo, como parte de la cultura organizacional. 

4.- Elaboración de un Manual de Procedimientos. Esto es fundamental en este proceso, ya que de esa manera se oficializan los pasos a seguir de manera uniforme por todos los miembros de la organización. Es obvio que este manual incluirá también, los diferentes términos, conceptos y definiciones que deberán utilizar todos los actores de la institución o empresa.

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