Secretos del Alcázar de Sevilla
Existen muchas razones para visitar Sevilla: para empaparse de la más pura esencia andaluza, asistir a alguno de sus multitudinarios eventos, darse el gusto con su exquisita gastronomía o desvelar uno a uno sus tesoros artísticos e históricos. Y en cada una de esas visitas, siempre vale la pena darse una vuelta por el Real Alcázar de Sevilla, ya que nunca se termina de agotar la lista de detalles, curiosidades y secretos que esconde este magnífico tesoro del tiempo.El Real Alcázar de Sevilla es un mosaico de palacios de distintas épocas y estilos arquitectónicos que conviven en asombrosa armonía. Un halo mágico envuelve al conjunto, y es que las leyendas que surgieron entorno a él ya forman parte del rico patrimonio inmaterial de Sevilla. Prácticamente cada estancia del palacio tiene un mito que la redefine y cuenta mucho más de lo que se ve. Como el Patio de las Doncellas, quizás el lugar más famoso y fotografiado del Alcázar. Según la leyenda, los gobernantes musulmanes de Sevilla demandaban a los reinos cristianos del norte como tributo anual la entrega de 100 doncellas vírgenes, además de elevadas cantidades en efectivo. El porqué de que esta sala recibiera con el tiempo éste nombre se desconoce. Lo que si está claro es que las 100 doncellas vírgenes fueron un mito muy popular en la Edad Media que se usó profusamente para justificar y popularizar las guerras de la Reconquista entre la población cristiana.Sabido es que la Reconquista no significó la expulsión de los musulmanes de España, que no se produjo hasta 300 años después. Siguieron trabajando para los cristianos, como arquitectos y artesanos, dando lugar al arte mudéjar. Uno de los reyes castellanos que más obras de reforma mudéjar realizó en el Alcázar fue Pedro I el Cruel. Y así, en el mismo Patio de las Doncellas se pueden ver bellísimas inscripciones arabescas en las paredes que le definen como “sultán de los creyentes”. Todo un ejemplo de realismo político y adaptación al terreno.Otro de los lugares del Alcázar que esconde una leyenda en su nombre son los Baños de María de Padilla. En realidad no son unos baños, sino un aljibe árabe subterráneo situado bajo el Patio del Crucero. El mismo Pedro I el Cruel y Sultán de los Mudéjares parece ser que estaba locamente prendado de una dama llamada María de Padilla. Hizo todo lo que pudo para seducirla, inclusive hacer asesinar a su marido, hasta que finalmente ella, en su desesperación, se desfiguró el rostro con aceite hirviendo para frenar los reales impulsos.El llamado Patio de las Muñecas también tiene su historia. Se trata de un patio decorado mayormente con columnas y capiteles procedentes del palacio de Medina Azahara que esconden algunos rostros humanos de pequeño tamaño. Se dice que son nueve las caras de las muñequitas y que descubrirlas sin ayuda trae mucha suerte.En cualquier caso, cada patio, estancia y rincón del Alcázar tiene su leyenda. Lo mismo ocurre con sus preciosos jardines, escenarios dignos de las Mil y Una Noches. En la recepción de la mayoría de los hoteles en Sevilla podrás contratar un tour con un guía especializado, no solo para no perderte ante tanta belleza, sino también para escuchar atentamente las historias que se cuentan casi de cada una de sus piedras.
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