El divorcio puede ser la mejor cosa para los niños

En ciertas ocasiones, cuando los padres tienen muchos conflictos que sobrellevar y no pueden resolverlos el divorcio es la mejor cosa que puede suceder, especialmente si hay niños de por medio e incluso les puede dar tranquilidad para continuar con su desarrollo.

Es triste cuando los niños pequeños tienen que enfrentar el divorcio de sus padres, pero los niños son fuertes y será más saludable si sus padres son felices. Cuando los niños crecen en hogares en los que los padres pelean constantemente, viven en constante estrés, así que si los problemas son irresolubles es mejor pensar en el divorcio.

Por mucho que nos guste proteger a nuestros hijos del sufrimiento, sí tiene derecho a saber las cosas que les afectan. Lamentablemente, hay padres que se divorcian mientras sus hijos están en preescolar. Es muy difícil para los padres saber qué decir a sus hijos o cómo comportarse en una situación de  divorcio.

¿Cómo pueden hablar con los niños pequeños sobre el divorcio? Lo primordial es no ocultar los sentimientos verdaderos; es decir los sentimientos que piensas que están escondidos se muestran al niño por tus expresiones faciales y lenguaje corporal. Digamos que tienes que poner una cara bonita cada vez que estás con los niños. Sin embargo, los niños son muy inteligentes y saben bien cuando el padre está teniendo un momento difícil, a pesar de la cara falsa que puedas presentar.

Entonces la sugerencia es que los padres digan a los niños que papá y mamá han estado discutiendo y son infelices. Aunque los padres no pueden decirle al niño lo que está pasando en forma verbal, tu lenguaje corporal o facial todavía emite esa información. El niño puede pensar que ha causado el problema. Los niños tienen super egos muy fuertes y tienden a culparse a sí mismos. Esto los puede conducir a un proceso de depresión a largo plazo si no se invierte. Es muy importante que el niño entienda que hay un problema.

Hasta que estés seguro de que vas a separarte o divorciarte, no le digas nada a tu hijo; no querrás ponerle ideas erróneas en la cabeza, que luego tendrán que ser revocadas o fijas. Es mejor que digas algo como: “Mamá y papá no se llevan bien y piensan que sería mejor vivir en diferentes lugares. Los dos te queremos y no es tu culpa”. Algunos niños crecen con la culpa incluso si nadie los culpa.

Podrían pensar que ellos fueron los causantes del divorcio porque derramaron la leche el día anterior, porque son desobedientes o incluso porque dijeron alguna mentira. Para ellos esas podrían ser unas de las razones para infelicidad en su familia y, por consecuencia, para el divorcio.

Así que no te rindas si te encuentras en esta situación, no eres el único y puedes sacar fuerzas cuando hables con un amigo o, posiblemente, un psicólogo que te pueda ayudar a ti y a tus hijos para superar el divorcio.