Aquellos que tengan un balcón en su piso cuentan con un espacio extra que hay que saber aprovechar para hacer de la vivienda un lugar más acogedor. Indudablemente, hay cosas que no podemos cambiar, como por ejemplo las vistas o el ambiente que respiramos al salir al balcón, pero sí podemos influir mucho en su decoración, en cómo se ve desde dentro y en cómo se ve desde fuera.
Tradicionalmente se han utilizado para dar discursos y celebrar ceremonias (algo que podemos ver aún hoy en día en fiestas como la Semana Santa) pero su uso más habitual es como espacio de relax y encuentro. En los pueblos pequeños permite comunicar a los inquilinos del piso con sus conocidos que transitan a pie de calle, pero en las ciudades, mucho mayores e impersonales, esta característica prácticamente se ha perdido.
Sin embargo siempre es un buen espacio para evadirse, sobre todo en época estival o primaveral, ya que podemos disfrutar de los beneficios del sol y de la buena temperatura cuando llega la noche. Para potenciar los efectos beneficiosos de este ambiente (tomar el Sol, cenar con unos amigos, observar el paisaje) la pared del balcón y su barandilla son elementos indispensables de cara a conseguir una decoración adecuada.
El estilo zen es muy bueno a la hora de decorar con flores los balcones. Aunque puedes elegir cualquier otro estilo, debes tener en cuenta no sobrecargar demasiado el espacio ya que un exceso de color y de plantas resulta cansino y el objetivo del balcón es tener un espacio para desconectarse. Las líneas rectas, la decoración minimalista, el color blanco y las plantas con diversas tonalidades de verde son los distintos elementos con los que debemos jugar para conseguir el balcón ideal.
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