La miopía

La miopía es un defecto de la visión en donde las personas que la padecen pueden ver claramente a cierta distancia, ya que los objetos comienzan a aparecer borrosos o fuera de foco. Las señales de carretera o las pizarras son a menudo demasiado borrosas para leer, lo cual puede provocar serios problemas si la miopía no se corrige. Las causas de la miopia se diagnostican a través de diferentes exámenes durante la niñez.

Si se piensa en el ojo como una cámara, la retina sería la película virgen ubicada en la parte posterior. En un ojo normal, la luz entra a través del iris, y con él una imagen reflejada. La córnea y el lente de enfoque observan la imagen en la superficie de la retina, aunque al revés. El nervio óptico envía esta imagen que se enfoca en el área visual del cerebro, donde se traduce en una imagen mental reconocible.

Para las personas con miopía, sin embargo, este proceso no funciona con precisión. Porque el ojo de una persona miope es ligeramente más largo de adelante hacia atrás, la córnea y el cristalino enfocan la imagen en frente de la retina. Esto no es especialmente notable en las distancias cortas, pero las imágenes lejanas se ven distorsionadas antes de que lleguen a la retina. El área visual del cerebro sólo puede procesar lo que recibe, por lo que las imágenes fuera de foco, no se pueden afilar. El resultado es una visión borrosa y la falta de detalles visuales.

El tratamiento para la miopía puede incluir ejercicios de fortalecimiento de los ojos, anteojos, lentes de contacto o la corrección con láser. Algunos profesionales de los tratamientos homeopáticos o alternativos creen que la miopía no se hereditaria, sino más bien una consecuencia del exceso de trabajo y las condiciones ambientales. Se recomienda un régimen de ejercicios para los ojos y lentes correctores que contengan un número de orificios para el control de la luz entrante. Mirar a través de un agujero puede centrar más la atención de muchas personas miopes, aunque el efecto es limitado y potencialmente peligroso.

La mayoría de los oftalmólogos prefieren el uso de lentes de prescripción, ya sea en forma de anteojos o lentes de contacto. Dado que la miopía es el resultado de un problema de enfoque, la solución es cambiar el punto focal en el globo ocular. Las lentes refractivas les permiten a las imágenes entrantes caer directamente en la retina. También hay lentes de contacto disponibles, que en realidad remodelan la córnea durante la noche, lo que permite a los usuarios ver normalmente durante todo el día sin ayuda.

En los últimos años, la cirugía correctiva basada en el láser se ha convertido en una opción popular para las víctimas de la miopía. Un oftalmólogo capacitado anestesia los ojos del paciente y utiliza el láser para eliminar el exceso de córnea. El globo del ojo aplanado debería acortarse lo suficiente para permitir que se produzca un enfoque normal. Los efectos a largo plazo de este tipo de cirugía aún no se conocen, pero la mayoría de las personas que se someten al procedimiento mejoran notablemente la visión sin necesidad de lentes correctivos.

Fuente: Qué es la miopía?