Buenos Aires, Pura Nostalgia
Es imposible imaginar a Buenos Aires sin escuchar las notas del tango de fondo, sin sentir su ambiente bohemio o sin contagiarse con la pasión de su gente. Y es que aunque Buenos Aires es una de las ciudades más pujantes de Latinoamérica, su verdadero rostro se muestra en las noches, cuando cada calle es un juego de claroscuros que trazuma nostalgia. Sus antiguos salones demuestran que Carlos Gardel aún vive en las voces contemporáneas e incluso se fusiona con los ritmos electrónicos.
Las tanguerías
Música, danza y pasión, las tanguerías son el sitio perfecto para encontrar esta mezcla. Elegantes, refinadas y con un toque de autenticidad, estos locales se centran en el espectáculo del tango por lo que son perfectos para degustar una cena tradicional mientras se espera que los bailarines suban al escenario.
La tanguería con más historia de Buenos Aires es el Viejo Almacén, situada en el barrio de San Telmo. Pasión y nostalgia se entremezclan todos los días en un espectáculo auténtico que recuerda los orígenes arrabaleros del tango y que se extiende durante casi dos horas.
Otra tanguería famosa es la Esquina Carlos Gardel, situada en el barrio natal del cantante exactamente donde se encontraba un bar-restaurante que este solía frecuentar. Una decoración elegante y un espectáculo exquisito recuerdan lo más excelso del tango.
Los que deseen disfrutar de un espectáculo realmente sorprendente, no deben dejar de visitar “Señor Tango”. El show no tiene nada que envidiar a los musicales de Broadway y en escena sube hasta un caballo.
Las milongas
Si prefieres los ambientes más informales debes vivir el encanto de las milongas. Atrás quedan la elegancia y el ambiente exclusivo de las tanguerías, las milongas son el sitio donde se dan cita los porteños para disfrutar de un ritmo menos estructurado que se mezcla con otros géneros.
Uno de los sitios más famosos es el Café Tortoni, situado en la avenida de Mayo. Este café es el más antiguo de Argentina y ha sido epicentro de la vida bohemia de la ciudad por lo que su salón ha visto desfilar a grandes personalidades de la cultura universal. Su ambiente íntimo desvela en cada detalle sus más de 150 años de historia mientras resuenan de fondo las notas del tango y el jazz.
Un sitio más informal donde se puede “tocar” la cultura porteña es el Bar Sur, situado en San Telmo. Sus espectáculos de tango son diferentes, despojados de la teatralidad comercial brindan un toque de autenticidad difícil de encontrar en otros sitios.
Y más allá del circuito turístico, hay cientos de milongas, cada una con su estilo y su magia: milongas al aire libre, milongas que se realizan en teatros, gimnasios y clubes, milongas gays, milongas con orquestas de tango en vivo, milongas “a la gorra” y un largo etcétera.
El mes del tango
Buenos Aires organiza los dos eventos más importantes del mundo del tango: el Campeonato Mundial de Baile y el Festival Tango Buenos Aires, ambos desarrollados en el mes de agosto.
Durante el Campeonato Mundial de Baile la ciudad se engalana para recibir a bailarines de todo el mundo que se miden en la pista, ya sea en la modalidad tango de salón o de escenario. Absolutamente imperdible es la Gran Milonga de cierre, donde los profesionales y espectadores se codean en la pista de baile.
El Festival Tango Buenos Aires encierra una antigua pasión que crece cada año y que ya está sobrepasando las fronteras de Argentina. Esta fiesta se extiende a cada calle de la ciudad en la búsqueda de los mejores bailarines y también de los nuevos talentos musicales.
En ocasión de los festivales de tango, los hoteles en Buenos Aires suelen estar al borde de su ocupación, así que te recomendamos que reserves con al menos dos meses de anticipación.
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