Elecciones 20-N: pillería y pobreza de alma
Lo he sabido pronto gracias El Mundo. Durante la mañana, en exclusiva, este periódico lo adelantó en la edición de Internet; y Pedro J. Ramírez, su director, nos comunicaba la noticia en Twitter... Pero sobre que la fecha elegida para la convocatoria de elecciones generales anticipadas fuera el 20-N no estaba seguro, no se atrevía a confirmarlo, no se lo creía...
Pero sí, al final era el 20-N; apaño de este gobierno de socialistas trasnochados que sigue demostrando grave carencia de alma e inteligencia, en la verdadera extensión de la palabra; empeñándose, a falta de mejores argumentos para su agotado discurso, en aventar cenizas que enturbien la mirada, evidentemente, de los más ingenuos votantes. Cenizas del fuego ante cuya mecha, en el espíritu sectario y extremista de sus antepasados, ellos mismos también fueron incendiarios. De psiquiatra; para ellos la Guerra Civil parece no terminar nunca.
Lo siento por los socialistas honestos, pero para estos, sus compañeros gobernantes, la lucha limpia no es lo suyo. Ni ganando ni perdiendo batallas dejan pasar la ocasión de demostrar su podredumbre de alma. Con intentos de golpes bajos a una derecha que nada tiene que ver con el estereotipo que parece existir en sus mentes; o que desean proyectar intentando infundir, quizá, dudas y temores con la evocación de recuerdos, en cualquier caso, hoy irrelevantes en el ánimo y sentido común de la mayoría de los españoles.
Y mientras se inicia la cuenta atrás hacía la fecha fúnebre, este gobierno moribundo se encarga a toda prisa de colocar peones en cuantos cuadros del tablero internacional le es posible. Casi medio centenar de embajadores y otros altos cargos han sido nombrados recientemente; con sueldo, dietas, tarjeta de crédito, casa, coche oficial y personal de servicio para un promedio de cinco años. Cargos que pueden comprometer la acción política del nuevo ejecutivo derivado de las urnas. Un caso que no se ha dado en los gobiernos anteriores, incluyendo los de Felipe González y José María Aznar; sólo se prorrogaron durante unos meses la permanencia de los altos cargos que empezaban a caducar, el tiempo justo para coincidir con las elecciones y permitir a los nuevos gobiernos confeccionar su equipo con total libertad.
Cualquier adjetivo no dice tanto de nuestros actuales dirigentes como estas sucias estrategias y pillerías que deterioran la imagen del Estado, de las instituciones y sus funcionarios, socavando la estructura moral de conjunto y la fortaleza de la Ley. De las leyes escritas y las no escritas, las que denotan elevación de espíritu y verdadero sentido de Estado, virtudes ineludibles para la dignidad de políticos de altura.
En ocho años para olvidar, pero que la Historia recordará, esta izquierda de socialistas con Visa Oro ha instaurado la cara dura y la amoralidad, la falta de respeto y la chabacanería que refleja el mimado y ya pestilente movimiento 15-M con su avinagrado Indignaos. En enfrentamientos con cordones policiales, las chicas 'indignás' se desnudan para provocar a los policías... La depravación mental parece seguir el ritmo de la prima de riesgo dibujando la elocuente radiografía del país construido por esta pandilla de inútiles maliciosos que se creerán listos con la argucia de haber elegido el 20-N para las próximas elecciones.
Finalmente, unos días después del anunciado adelanto electoral, el BCE (Banco central Europeo) se presta a comprar deuda española. La prima de riesgo cae de golpe: en realidad España ya está intervenida, y nuestra libertad, por vías económicas, se ha terminado.
¿Qué clase de intervención necesita ahora el país para recuperar el índice de normalidad mental, el espíritu llano y generoso de los ciudadanos; abrumados por las dificultades económicas y con una identidad nacional extraviada que despierta a las viejas ‘dos Españas’ (Poyales de Hoyo, Ávila) gracias a la malévola utilización mediática de la Ley de Memoria Histórica?...
Indudablemente la intervención de las urnas el 20 de Noviembre. La fecha mortuoria que estos dirigentes de vista corta han elegido para su propio entierro. Un entierro que será sombrío, sin música de funeral, sin flores, sermones ni cortejos, como para los muertos pobres; los pobres de alma.
Antonio Miguel - www.antoniomiguel.es
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