Sistemas Biométricos Y Firmas
La biometría es una tecnología emergente que se está haciendo muy reconocida, puesto que ha ayudado a reducir los niveles de robos y fraudes al sector financiero. Esta tecnología es usada para comprobar la identidad, por medio de aspectos que son únicos en cada ser humano y que no pueden ser olvidados, extraviados o hurtados. De esta manera, la biometría puede tomar la forma de varias técnicas como la medición de los rasgos de la mano, el análisis del iris y / o retina, la verificación de la firma dinámica, el reconocimiento facial o de voz y el cotejo de huellas dactilares entre otros.
Las características biométricas de la escritura son absolutamente únicas en cada persona y son virtualmente imposibles de duplicar. Por consiguiente, la escritura sigue siendo una de las más poderosas formas de identificar a los humanos. En la verificación de la firma dinámica, se escrutan múltiples cualidades de una firma en cuestión y se comparan con la firma de referencia que se mantienen en un archivo. Con esto se comprueba la autenticidad de una rúbrica. Si se tienen varias referencias de una firma genuina, la medición de la estabilidad de un rasgo particular puede ser usada, para estimar las desviaciones en una firma de la que se desconfía.
Los sistemas más avanzados, de verificación de firma, emplean varios motores que usan diferentes enfoques para una verificación comprehensiva de una rúbrica. Cada motor analiza características biométricas como la velocidad, la aceleración, la desaceleración, los movimientos, la presión en el bolígrafo y la duración del acto de firmar. Además de ello, los motores también usan otra tecnología para analizar la forma de una firma.
De esta manera, los resultados recibidos de diferentes métodos de análisis se combinan, para suministrar una medición confiable de las coincidencias entre la firma analizada y la genuina. El aumento de los fraudes, en el sector financiero, ha alcanzado niveles escandalosos. En los Estados Unidos, recientes estudios demostraron que cerca de 9.2 millones de estadounidenses fueron víctimas del robo de identidad, en años pasados, lo que le costó a los usuarios cerca de 5 billones de dólares y 48 billones a los bancos y corporaciones.
El aumento de estos crímenes ha hecho que se comience a pensar en mecanismos avanzados de seguridad. Como consecuencia de esto, muchas instituciones demandan sistemas más confiables que permitan que las transacciones financieras sean transparentes, que permitan que sea más seguro viajar en avión y que permitan que el acceso -a países o locaciones especiales- sólo pueda ser llevado a cabo por ciertas personas.
La identificación es importante en un control de acceso que pretenda dar mayores niveles de seguridad.
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