Secuelas del divorcio en los adolescentes

Los efectos del divorcio en los adolescentes y los niños son duraderos y pueden cambiar sus vidas por completo. En todos los matrimonios de más de una semana, hay motivos para el divorcio. El truco es encontrar y seguir buscando motivos para el matrimonio.

Con frecuencia se dice que el matrimonio no es sólo entre dos personas, sino que es una unión entre familias. Un matrimonio trae la felicidad de las dos familias involucradas en la unión matrimonial.

Desafortunadamente las personas que no pueden encontrar un motivo para seguir casados traen inmenso dolor a la gente de su alrededor.  Sin embargo, el impacto de un matrimonio fracasado en otras personas no puede enfatizarse lo suficiente a menos que haya niños involucrados.

Los niños quedan tan traumatizados por el divorcio de sus padres que a veces incluso, la peor parte de este trauma a menudo trae consigo cambios eternos en la psique de los pequeños.

Se piensa que los niños de hogares rotos, con el tiempo llegan a ser personas difíciles de tratar. Los efectos del divorcio en los adolescentes son particularmente desastrosos ya que se encuentran en un estado frágil del desarrollo emocional.

Las causas y efectos del divorcio en los adolescentes

La adolescencia se caracteriza por una naturaleza rebelde, un comportamiento  impulsivo que es alentado por el atractivo de lo prohibido, la presión social, el desprecio por las reglas y el desapego emocional de los padres.

Incluso los adolescentes de familias saludables y felices no pueden evitar sucumbir a los caprichos de las hormonas. Huelga decir que una crisis como el divorcio sacude los cimientos de la institución familiar  y provoca sentimientos negativos en un adolescente con mayor intensidad.

Los efectos del divorcio en los adolescentes son más pronunciados que en los niños, ya que éstos últimos aún no alcanzan la madurez suficiente para comprender la gravedad de la situación. También los efectos del divorcio en los niños son consecuencia de temporales en comparación con los adolescentes.

Tanto los niños como los adolescentes comienzan a enfrentar un trauma mucho antes de que ocurra un divorcio. Las amargas discusiones entre los padres y  el maltrato por parte de uno o ambos padres afecta la psique de los niños a gran nivel. Inicialmente el niño puede culparse a sí mismo de la situación y tratar de mejorar el comportamiento de su mejor momento. Sin embargo, cuando ve que las cosas no mejoran, él mismo se retira y sólo espera un inminente divorcio.

En el momento en que los padres optan por el divorcio, el desarrollo emocional en los hijos ya ha sufrido un duro golpe. A continuación se presentan algunos de los signos de los efectos negativos del divorcio en un adolescente.

Durante esta fase, el niño depende en gran medida de sus compañeros o incluso de personas al azar no relacionadas con él. La influencia de los amigos, en particular, es muy fuerte. Si estos amigos resultan ser malas compañías, entonces las posibilidades de que tu hijo pise caminos equivocados son muy altas. El abuso de drogas y la delincuencia a menudo son una extensión de lo anterior.

Los amigos sin escrúpulos engañan a los adolescentes emocionalmente vulnerables para hacer cosas que ellos no harían por su cuenta. Los adolescentes son tentados a entrar en narcóticos, abuso de drogas y, en ciertas circunstancias, pueden ser obligados a cometer crímenes.

Actividad sexual después del divorcio

Los adolescentes que no encuentran el amor en el hogar comienzan a buscarlo fuera de ahí. Los niños que pasan por una separación de sus padres a menudo muestran una actividad sexual prematura que sus homólogos de las familias no desintegradas.

Comportamiento imprudente tras el divorcio

Para desahogar su ira y frustración, el adolescente puede recurrir a la conducta imprudente.  Se puede pasar por alto las clases, romper las reglas de la escuela, causar molestias en el vecindario, mostrar vetas de violencia en el hogar y hacer todo lo posible para traer la vergüenza y la tristeza de su padre.

Este tipo de comportamiento errático entre adolescentes puede ser controlado por un asesoramiento adecuado y el amor de los padres. Los padres deben abstenerse de criticar a su pareja delante de los niños. Deben ocuparse de que los niños entiendan que si un matrimonio no funciona, no se tiene porqué seguir juntos.