Melbourne: La ciudad de los rascacielos y viñedos
Al sur de Australia se erige una de las ciudades más pujantes del continente: Melbourne. Será una verdadera aventura perderse entre sus callejuelas góticas que desembocan en enormes parques verdes y atesoran bares antiguos, galerías de arte y boutiques exclusivas. O quizás apreciar este movimiento urbano desde la altura de sus rascacielos tomando una copa.
Los placeres urbanos de Melbourne Pulcra, ordenada y moderna; Melbourne es una incitación constante a dejarse llevar por los placeres urbanos. Podrás recorrer las boutiques de la Brunswick Street y la Chapel Street en busca de los diseñadores de moda más famosos u optar por las artesanías del Mercado Rose Street Artists. Los aromas se exaltan en el Mercado de Prahran, un sitio que desde finales del siglo XIX brinda los productos típicos más frescos de la región.
Al recorrer las calles de Melbourne te embargará el aroma del café, una verdadera tradición que podrás vivir en las cafeterías de Southbank, una de las zonas más modernas de la ciudad. Si buscas glamour y cubiertos de plata deberás llegar hasta el restaurante Nobu, un ambiente ultramoderno que propone platos japoneses o quizás optar por el restaurante Becco que brinda lo mejor de la gastronomía italiana.
En las noches la diversidad de la movida australiana logrará seducirte; existen bares donde resuena el jazz, cabarets suntuosos que recuerdan épocas pasadas y discotecas de diseño minimalista. No obstante, lo más auténtico es beber una cerveza en los pubs del pintoresco barrio de St Kilda y recorrer la emblemática Bourke Street donde se reúne la flor y nata de Melbourne. Si quieres vivir una noche peculiar deberás subir a uno de los múltiples tejados de la ciudad, convertidos en verdaderos cines al aire libre regalan una vista panorámica de ensueño.
Entre mar y viñedos Cuando los habitantes de Melbourne desean escapar de la ciudad eligen la Península de Mornington, apenas la conozcas comprenderás por qué. Situada a pocos kilómetros de la ciudad, es un edén veraniego compuesto por pequeños pueblos de innegable encanto costero. Los campos de golf, los Spas y los restaurantes de lujo no escasean.
Bajando desde Melbourne por toda la península hallarás numerosas ciudades turísticas que parecen estar sumidas en un suave letargo, playas de arena dorada donde se erigen las típicas casetas de diferentes colores y yates atracados en los lujosos puertos deportivos. Entonces podrás embarcarte en un crucero que parte de Sorrento y recorre la bahía en la búsqueda de delfines y osos marinos o sumergirte en las aguas del Parque Marino de los Cabos donde hallarás antiguos submarinos de la I Guerra Mundial.
Luego, nada mejor que ir tierra adentro para descubrir los más de 170 viñedos que miran al mar. Entonces podrás degustar un buen chardonay y cenar plácidamente en alguno de los restaurantes que preparan las especialidades locales realizadas a base de carnes exóticas como la del cocodrilo o el canguro.
Si estás pensando seriamente en viajar a Melbourne, debes saber que los precios de los vuelos no son súper económicos. Aún así, con un poco de paciencia podrás encontrar vuelos a precios aceptables que se dirigen directamente hasta Melbourne aunque otra opción sería optar por alguno de los vuelos baratos que ponen rumbo al continente y desde ahí tomar una línea nacional, que normalmente son muy económicas.
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