Cocinas ordenadas, aprovechando el espacio al máximo
Uno de los ambientes más usados en la casa es la cocina. Más allá de la predilección personal por el arte culinario, y aún para aquellas personas que compran la comida hecha y no suelen cocinar, la cocina es un espacio que debe ser funcional, práctico, y ofrecer una imagen de limpieza permanente. Cocinas hay de todos los tamaños, más grandes, o más pequeñas, cuadradas, rectangulares, o en esquina. El secreto es saber optimizar el espacio, y despejar la visual, guardando aquellos utensilios que no se vayan a emplear, pero teniéndolos bien a mano para cuando se necesitan.
Una de las tareas que menos se disfrutan, seguramente, es el lavado de platos y ollas. Si no se dispone de un lavavajillas, lo mejor es contar con un armario de cocina que a la vez sea escurridor. Simplemente, es necesario conseguir un armario con estantes tipo rejillas, y que dispone de una bandeja que recoge el agua. De esta manera, no es necesario secar todos los objetos. Sencillamente se lavan y se ponen en estos escurridores, y una vez finalizada la tarea se cierra la puerta y queda todo impecable. Nuevamente, la elección del almacenaje ideal es un asunto clave al momento de sacar el máximo partido del espacio de que disponemos así cómo del toque que vamos a dar a la decoración de la cocina.
Remodelar la cocina no tiene por qué representar un pesado presupuesto. Ahora es posible comprar los módulos necesarios de almacenaje, y cubrir de manera inteligente los espacios vacíos, por ejemplo usando encimeras para colocar esas ollas o sartenes para las que aún no tenemos un espacio definido. También es posible usar un banco de trabajo cuando el espacio de la mesada es insuficiente para amasar o dejar a mano los electrodomésticos más usados. Una cajonera independiente puede resolver de forma práctica la necesidad de almacenaje de pequeños utensilios y productos textiles como manteles, servilletas o repasadores.
Cuando se hace necesario instalar un nuevo revestimiento, simplemente porque el antiguo está muy deteriorado por el calor o la humedad, y no queremos recurrir a una obra mayor, los paneles constituyen la opción más inteligente, por su facilidad de uso, la rapidez de su colocación y la amplia variedad de colores y diseños. Los paneles soportan la humedad propia de la cocina, por ejemplo la salpicadura del fregadero y son muy fáciles de limpiar. También resisten el calor. Se pueden aplicar en cocinas de todas las dimensiones, y algunos modelos son reversibles.
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