Otra opción que estudié para comercializar mis artículos fue a través de páginas como etsy.com. Aunque lo descarté por 2 motivos principalmente:
-No me permitía publicar y mantener un blog
-Mi pequeña tienda iba a quedar enterrada entre miles de artículos de otros artesanos, con lo cuál esta opción también estaba descartada.
Ahora que ya había dedicido agarrarme los machos y crear mi propia web, empiezan a surgir los primeros problemas.
-Presupuesto: Mi intención inicial era gastarme el menor dinero posible, así que pedí algún presupuesto y descartado también ya que se me disparaba el asunto.
Pero no me desanimé, así que navegando por Internet y estudiando un poco otros casos, me di cuenta que tampoco necesitaba tanto, nada más que 3 cosillas:
1.Un dominio, en mi caso laranikita.es (10 euros al año)
2.Un servicio de alojamiento web, en inglés y más conocido como “hosting” (26 euros al año)
3.Una aplicación o programa para crear el blog y la tienda online. Este punto era el más peliagudo, ya que me encontré precios desde 300 euros, caro, caro...
A pesar de que la opción de crear la página me parecía lo más difícil, una por el precio, y otra por su complejidad, no me desanimé y seguí buscando. Finalmente me decanté por las aplicaciones de código abierto que pululan por la red. Básicamente código abierto significa que son gratis, y no sólo eso, sino que existe una tremenda información, desarrollo, foros, gente que ayuda, etc, etc, en Internet.
Así que la opción elegida y recomendada por la mayoría de expertos fue DRUPAL.
Drupal es un CMS (gestor de ocntenidos). Quiere decir que una vez que lo hayas configurado, únicamente te tienes que preocupar de publicar contenidos (entradas de blog, artículos, productos, etc...)
Con Drupal hice un blog y una tienda online muy cuca, por lo menos a mi me gusta un montón.
El próximo día os contaré las ventajas y desventajas de crear tu propia página con Drupal...
