Repunte de la crisis y cerco del crédito

La crisis económica ha provocado ya una elevación de la tasa del paro hasta el 20% y un incremento de la morosidad hasta tasas históricas del 6,19%, según datos de abril. Cada vez son más las personas que no pueden hacer frente a sus gastos o sus deudas. Este hecho hace cada vez más frecuentes y mediáticos los casos de desahucios y la consecuente aparición de movimientos que tratan de impedirlos.

Por si todo esto no fuera suficiente, la crisis podría incrementarse notoriamente tras el verano. Este hecho obligaría al nuevo gobierno español, salido tras las elecciones de noviembre, ha realizar serios recortes en el gasto público y forzar la disminución de ciertos cargos en la administración.

Aunque presumiblemente los tipos de interés disminuyan por debajo del 1,5% no parece probable que la accesibilidad al crédito se amplíe. Es decir, costará menos devolver el dinero pero poca gente necesitada de él podrá conseguirlo.

Resulta destacable el hecho de que multitud de personas y empresas se hundan en el pozo de los impagos y las deudas por falta de liquidez. Pocos bancos se ofrecen ya a prestar dinero sin una larga serie de condiciones que “sobregaranticen” la viabilidad de la operación. No resulta suficiente aportar bienes que superen en un 40% el valor del préstamo o crédito puesto que lo que los bancos requieren el dinero en metálico y no más bienes en stock.

Sin embargo existen personas que no les importa asumir ese riesgo. Son particulares interesados en invertir a los que no les asusta un posible impago si existe una garantía hipotecaria. Estos prestamos privados son cada vez más comunes en España y se han convertido en un sustito de los habituales. Para acceder a estos creditos privados tan solo es necesario aportar una propiedad libre de cargas, es decir, una vivienda en propiedad. Este tipo de prestamos rapidos no son muy conocidos pero son utilizados por cantidad de personas que necesitan liquidez en poco más de 72 horas.

Estos creditos rapidos van destinados generalemente a solventar problemas económicos graves, tales como deudas, embargos, etc. Su ventaja es su accesibilidad aunque su coste los descarta como medio de financiación para inversiones. Es de las pocas alternativas al problema de financiación en nuestro país ya que su periodo de devolución puede extenderse hasta los 15 años.