Periodismo de opinión
Mi amigo Dante hace un comentario sobre mi artículo “Ricardo Soberón” y me dice entre otras cosas lo siguiente:
-“Ja, ja, ja, mi que querido hermano, una de las cosas que te dije es que “no hay que creer a pie juntillas” todo lo que se nos muestra en los medios de comunicación (que en verdad no son de “comunicación” porque comunicación es diálogo, pero diálogo no con los que están en el estudio, sino con nosotros los hombres de a pie). Para mí, por ejemplo, no existe otro periodista en esta parte de América, que César Hildebrant, pero no por eso dejo de “espulgar” de todas formas lo que dice y tengo que reconocer que “escribe con el hígado”. Me acuerdo cuando transcribías día a día al otro Jaime, hasta que se “te cayo”, porque somos humanos, hermano y… nadie es perfecto”-
A lo que yo le contesto:
-“Dante amigo, no entiendo cómo es eso del dialogo de los periodistas con el ciudadano de a pie. Yo tengo entendido que la labor del periodista es observar un acontecimiento y comunicarlo al receptor – en este caso al ciudadano de a pie, o a todo el público en general – pero de una manera objetiva y no subjetiva: o sea no opinar sobre la noticia sino informar y punto; para que el propio receptor tome su juicio sobre la noticia según su nivel intelectual. Esto es lo que hace por ejemplo Josefina Towsend, en el noticiero “Primero a las ocho” en canal ‘N’.
Otra cosa es – creo – un periodismo de opinión, en donde el periodista opina sobre la noticia. Yo creo que Jaime de Althaus hace una opinión rigurosa de los asuntos políticos, invita a gente especializada en los asuntos que se tratan y que - modestia aparte – es poco entendible entre el común denominador de las personas que suelen ver televisión. Y esto para mi es didáctico en materia política – al margen de si estoy de acuerdo o no, sobre lo que analiza.
Debo afirmar, que sí me gusta el periodismo de Cesar Hildebrant, y también estoy de acuerdo contigo cuando dices que escribe con el hígado; pero es otra forma de periodismo, que creo no es mala. En lo referente a Jaime Bayly, no es que se me haya caído; lo que pasa es que yo siempre estuve de acuerdo en su modo de usar la sintaxis y la retorica literaria en sus escritos, pero no estaba de acuerdo con las locuras que escribía. Creo que siempre lo dije en mis artículos. A lo mejor cuando hablaba de algunas propuestas presidenciales - en su esquizofrénico intento de llegar a la presidencia - le di la razón; pero de repente eran asuntos en los que todos estábamos de acuerdo, pero él, los decía con un alto contenido demagógico.
Una brazo y estamos en contacto”-
Por otro lado: Con lo de la investigación del gobierno de Alan García, lo que se está consiguiendo, es corroborar lo que él mismo dijo: “Si se meten conmigo, volveré con fuerza el 2016”. Estas investigaciones pueden durar los cuatro años y pico que le falta a este gobierno de Ollanta Humala. ¿Por qué el Congreso no se dedica a lo que tiene que hacer y no estar haciendo cacerías de brujas? Y no es que esté defendiendo a Alan García, pero quiero ver efectividad en el Congreso. Y opino también que lo mismo puede estar ocurriendo con Castañeda Lossio. ¿Les estaremos haciendo campaña electoral anticipada a Castañeda Lossio y a Alan García?
¿Hubo corrupción en el gobierno de Alan García? ¡Por supuesto!, Pero Alan sabe perfectamente, que si tuviera él, algo grave sobre actos de corrupción por lo que tenga que tener cuidado; hace rato que ya se hubiera ido del país. Los actos de corrupción del gobierno anterior – por decirlo de alguna manera – fueron de baja intensidad; comparados con los de Alberto Fujimori. Y eso que Alan tiene un proceso sobre su gobierno anterior (por lo del Frontón) ¿Ha sido juzgado por eso? No. Entonces que no se pierda el tiempo en pagar a congresistas, que se pasaran un poco más de cuatro años investigando a Alan García. Y ojo que no soy aprista ni alanista; porque ya, oficialmente pertenezco al Partido Popular Cristiano. Lo que pasa es que soy realista.
Andrés Arbulú Martínez
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