Analizando un correo
En esta oportunidad quiero analizar un poquito un correo que me envía mi amigo Dante. El siempre discrepando conmigo en algunos puntos de vista. El análisis me sirve para darme cuenta que tan consciente estoy de lo que creo. A cada párrafo de mi amigo, haré un comentario para que se entienda un poco este escrito:
Primer párrafo:
-“Yo soy abierto a todas la opiniones, expongo mis puntos de vista y nada más. Igual en los asuntos religiosos, los cuales a propósito y con sinceridad, te digo, ahí sí me he cuidado al milímetro ponerte una sola línea o reenviarte algo que te pueda herir, porque cuando una vez te dije que era mejor no hablar de religión, aceptaste y me diste a entender que si se atrevían a refutar tu credo ¡caray! No sabrías cual podría ser tu reacción. Y, sentí cierto temor porque se me vino a la cabeza el fundamentalismo árabe, donde suelen matar en nombre de Dios si se sienten ofendidos en su fe”-
Comentario:
Mi amigo, mal interpreta lo que digo con respecto a defender mi fe. Confunde el Islam con el Catolicismo. Si bien es cierto que en la época de las famosas “Cruzadas” se mató mucha gente en nombre de Dios, y con lo de la “Santa Inquisición” también sucedió lo mismo; El Islam – en su expresión radical – hasta la fecha sigue matando gente en nombre de su religión. Cuando alguien me habla mal de la fe cristiano católica, no me hiere, ni me ofende en lo más mínimo; lo único que despierta en mí, es tristeza al enterarme que algunas personas opinen mal, sobre algo que no conocen en realidad.
Segundo párrafo:
-“Yo te expliqué que, bautizado católico, soy creyente en Dios y, abierto a todas las religiones porque sé que todas caminan al mismo sitio y llevan el deseo final de ser uno con el Padre. Soy incapaz de enojarme si alguien me afirma que Dios no existe, y que lo que creo no tiene validez, porque respeto profundamente al agnóstico, al Testigo de Jehová que asegura que los hombres heredarán este planeta para siempre, o los Hare Krishna que en determinado punto aseguran, verbigracia, que si mueres tragando glotonamente, reencarnarás en un puerco. Los Adventistas del Séptimo Día peleándose con los Adventistas del Sétimo Día ‘Movimiento reforma’, o los Majikari, adorando a una especie de santo japonés, en quien tienen fe y confianza. Y porque finalmente, veo a las diferentes religiones como partidos políticos, discrepando entre ellos con odio porque cada uno se siente dueño absoluto de la verdad. Por ejemplo, yo no bauticé a mis hijos mayores, porque para mi modesto parecer, es arbitrario involucrar a alguien en una religión, a un ser que no está aún en uso de razón. Tengo el convencimiento de que ya mayores, optarán por la religión que crean conveniente o por ninguna”-
Comentario:
El relativismo y el no creer que exista lo absoluto, nos llevan a decir que respetamos todo tipo de creencias religiosas. Pero que contradictorio es decir: “Como te respeto, jamás te enseñaré lo que no sabes”, “como te respeto; lo que yo he podido conocer y palpar por experiencia propia, jamás lo compartiré contigo”.
El relativismo también nos lleva a pensar que la verdad no existe. Como lo absoluto no existe, la verdad tampoco existe. Pero como la existencia del ser humano podría ser una realidad verdadera, nada de lo que nos rodea existiría, todo sería irreal.
El relativismo, asimismo, nos dice que todo está permitido, no hay normas ni reglas para nada. Mi amigo me dice que ha dejado a sus hijos que tengan raciocinio, para que elijan que religión seguir, o a lo mejor ninguna. Con esta lógica – como nada es absoluto -: Podemos elegir (paradójicamente) cosas que no se pueden cambiar. Podemos elegir que sexo tener, en donde nacer, que padres tener, a qué grupo étnico o linaje pertenecer, que religión profesar, etc.
Tercer párrafo:
-“Te he tocado estos puntos, mi querido Andrés para que veas que es muy interesante para mí, recibir tus artículos y, discrepar tan amistosamente como venimos haciéndolo todo este tiempo. Te recomiendo nomás y, una vez más, no dejes que la percepción te conduzca a dejarte llevar totalmente por la opinión de otro ser humano ciegamente y sin tener en cuenta, que, cada comunicador (con ciertas excepciones), están sólo al servicio del grupo de poder que los contrata para que manejen y manipulen a la opinión pública. Para lograr entonces, una total libertad, hay que investigar profundamente la opinión de todos, especialmente la de los contrincantes, para darnos cuenta que intereses defienden en el fondo. Porque todos lo hacen, mi hermano o… casi todos. El mundo se mueve así, influyendo en la ideología de la gente para ponerla al servicio de sus propios fines. A través de los diarios, de la televisión, de una película que parece sólo de diversión, pero que siempre trae un mensaje que defiende determinado interés. Un último consejo: salte del monitor y lee libros para que solito, por memoria, se te graben algunas palabras que a veces sueles escribir mal. Nada más. Un abrazote también y cariños a Adriana. ¡Suerte en todo!”-
Comentario:
Mi amigo no se da cuenta que si tomamos esta posición, no se nos puede creer ni a nosotros mismos. Y luego no se da cuenta que me dice que crea en los que él si considera válidos. Ese es el riesgo de tomar esta posición.
Estoy seguro que si le muestro esto que escribe mi amigo a un psicólogo, me dirá que mi amigo tiene una alta tendencia a la desconfianza. No se puede estar desconfiando de todo lo que se lee. No puedo volverme un resentido social por lo que pasa a mí alrededor. Si veo corrupción en los funcionarios públicos, no puedo pensar que todo está podrido. Extraño me parece escuchar decir: “Creo en Dios, pero no creo en los hombres”.
Mi amigo me dice que cree en Dios, pero cree también en el relativismo. Pero la verdad no existe, y Dios es verdad ¿o no? ¿No era verdad que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios? Entonces: Si creo en Dios, tengo que creer en el hombre, porque es imagen y semejanza (ojo semejanza – no igual -) a Dios. Entonces por ende no puedo caer en relativismos que me llevan a negar la verdad.
Por último mi amigo me dice que me salga de la computadora y que lea libros físicos para no equivocarme al escribir. Me gusta cuando me corrigen la ortografía y la gramática. Me gusta porque de esta manera puedo aprender a corregir mis errores. Pero también soy consciente que la tecnología está avanzando una barbaridad y que ya existen libros digitales. Entonces: se puede leer también en la computadora. Y por último, todo el mundo se equivoca cuando escribe y eso no es un delito ni un pecado. Como se dice “al mejor cazador se le escapa la paloma” Así, que no tengo porque amilanarme por mis errores ortográficos o gramaticales. Pero claro, esto no anula que tenga que corregirlos.
Andrés Arbulú Martínez
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