Descubre la Ruta Medieval de Madrid

Madrid es una urbe moderna y efervescente pero también atesora un mundo medieval conformado por castillos, fortificaciones y murallas donde aún se viven las leyendas de tiempos pasados. La comunidad madrileña, que antiguamente estaba dividida en diferentes comarcas, está atravesada por apasionantes rutas del Medioevo, cada una con una impronta y una historia diversas.

Dentro del collar de joyas arquitectónicas de estas rutas, algunas de las cuales se remontan al siglo XII, uno de los recorridos más interesantes parte desde Madrid para dirigirse a Manzanares El Real y terminar en Santorcaz. Se trata de más de 200 kilómetros pero bien merecen la pena.

El Castillo de los Mendoza

A tan solo 50 kilómetros de Madrid se sitúa un pueblo adorable por sus tradiciones, exuberante por su naturaleza y absolutamente cautivador por las peculiaridades de su arquitectura antigua: Manzanares El Real. Su emblema es el majestuoso Castillo de los Mendoza, ubicado a los pies de la Sierra de Guadarrama. Sus coquetas torres almenadas y su simetría perfecta lo convierten en un paisaje digno de cuentos de hadas.

Conocido como el Castillo Nuevo para diferenciarlo de la antigua fortaleza de la cual hoy solo quedan algunos muros, data del siglo XV y se vanagloria de ser el palacio-fortaleza mejor conservado y más interesante de Madrid. Si decides traspasar su enorme portón deberás visitar tanto la galería gótica que se encuentra en el primer piso considerada una de las más bellas de España; así como la colección de tapices antiguos. Al entrar en la Galería Guas se abrirá ante ti otro panorama totalmente espectacular: la vista hacia el Embalse de Santillana encuadrada por enormes ventanales isabelinos.

Buitrago: Entre murallas y castillos

Si continúas el camino rumbo al norte encontrarás el pueblo de Buitrago del Lozoya, una verdadera reliquia medieval donde se entremezclan castillos, iglesias y antiguas murallas. Antes de entrar al casco histórico te recibirá el imponente Recinto Amurallado, uno de los principales orgullos del pueblo ya que aunque data del siglo XI es el mejor conservado de Madrid.

Los 800 metros de murallas que en algunos puntos llegan a sobrepasar los 15 metros de altura transmiten una impresionante sensación de poderío. No obstante, si existe un tramo absolutamente imperdible ese es el adarve que transcurre paralelo al río Lozoya y que en cierto punto se adentra en las aguas. En la parte sureste de la muralla el estilo gótico y mudéjar se dan la mano para conformar el Castillo de Buitrago cuyas siete torres dispares semejan centinelas extemporáneos.

Santorcaz: El regreso a la simplicidad

Santorcaz tiene todo el sabor de un pueblo pequeño repleto de callejuelas antiguas que aún cuentan antiguas historias. Dominando este panorama, a 800 metros de altura, se sitúa el Castillo de Torremocha. Cuando se construyó, en el siglo XIV, tenía funciones defensivas pero después se convirtió en una residencia palaciega y luego en la Cárcel de Clérigos.

El atractivo peculiar de este castillo no reside precisamente en su arquitectura sino en las historias que transcurrieron entre sus muros. En sus orígenes estuvo relacionado con la Orden del Temple y posteriormente fue la prisión donde recluyeron a la princesa de Éboli. Al lado del castillo se sitúa la Iglesia de San Torcuato, de aspecto románico y más allá se aprecian los restos de la antigua muralla.

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