La renovación del carnet de conducir
El coche es una de las herramientas más importantes para mi trabajo, me desplazo con bastante frecuencia a otras ciudades y aunque en alguna ocasión utilizo el tren, no siempre es posible, a veces debo desplazarme hasta zonas rurales donde el mejor medio de transporte es el coche. En uno de esos viajes tuve la ocasión de ir hasta Girona, debía de contactar con unos fabricantes y me comentaron que debido a las fiestas de la ciudad, aprovechaban para asistir como expositores al palacio de ferias de la ciudad, eran las fiestas, desde el 28 de Octubre hasta el 6 de Noviembre. Era una buena oportunidad para conocer la ciudad y poder ver toda la gama de productos en los que estaba interesado.
La ciudad era una locura sinfónica, miles de luces, la gente llenaba las calles y las zonas de atracciones, suerte tuve de conseguir alojamiento, pero era una oportunidad y podría resultar hasta relajante zambullirme anónimamente en la corriente festiva. El tráfico no existía, era una eterna procesión de vehículos, llevaba el navegador puesto así que me lo tomé con calma y aunque estuve cerca de dos horas llegué sin contratiempo hasta el hotel.
Tenía concertada la cita para el día siguiente; habíamos quedado en vernos fuera del recinto ferial para tratar diferentes asuntos sobre las condiciones de compra de unos materiales y después ir hasta el recinto a visitar el stand. Ya me avisaron que pasarían a recogerme por el Hotel para ahorrarme los problemas del tráfico.
Estuve preparando la documentación que necesitaba para la reunión así como todos los informes que me había traído. Cené en el mismo hotel y después de dar un paseo volví al hotel, antes de acostarme, puse en la mesilla la cartera y dejé el móvil en silencio, había comprado el diario y antes de dormir me dispuse a darle un vistazo. Antes, por nada en concreto, me puse a mirar lo que llevaba en la cartera, las tarjetas, el dinero en moneda que llevaba y los documentos, cuando tuve el carnet de conducir en la mano, me dio un vuelco el corazón, volví a mirarlo y no había duda, se me había caducado hacia una semana.
Todavía tendría que hacer más de 300 kilómetros de vuelta y no me hacía nada de gracia volver con el carnet caducado, nunca sabes que puede ocurrir.
La reunión transcurrió de forma cordial, ellos también la habían preparado y en poco tiempo pudimos cerrar la mayoría de los acuerdos.
Jordi era el representante de la firma y durante la comida que disfrutamos en un pequeño restaurante que servía unas costillas de cordero sabrosísimas le comenté el contratiempo que tenía con el carnet de conducir.
- ¿A qué hora tenías previsto volver?
- Había pensado pasar la mañana haciendo algunas compras y después de comer emprender el regreso.
- Bueno, creo que puedo ayudarte.
Lo miré con expresión de sorpresa y me aclaró.
- Si quieres puedes tener el carnet de conducir renovado antes de las 10 de la mañana.
Mi expresión de sorpresa se tornó en curiosa.
- ¿?
- Mira, a las nueve paso a recogerte por el Hotel y nos vamos al Centro Médico en el que yo renové el mío hace menos de dos semanas y tampoco me lo podía creer, en un plisplas me hicieron la renovación.
- Allí te harán la foto y disponen de toda la documentación para los trámites, además ellos se encargan de la gestión con tráfico, hazme caso, a las 10 tendrás tu carnet y volverás tranquilo.
- Bueno Jordi, esto es fantástico, los postres van a cuenta mía ja,ja,ja.
- Los postres y los cafés, ja, ja.
Pasamos la tarde en el Recinto Ferial y pude constatar que sus productos tenían muy buena acogida entre los visitantes. Al día siguiente Jordi se presentó puntual, fuimos hasta el Centro Mèdic Jaume I y tal como me había contado Jordi fue la revisión. La atención fue magnífica tanto por las recepcionistas como por los especialistas en las pruebas de aptitud y antes de las 10 ya tenía el carnet de conducir renovado.
- Jordi, aún no me lo puedo creer, esto si que es eficiencia.
- Pues ya lo sabes, la próxima vez que tengas que renovar el carnet de conducir, nos haces una visita, te das una vuelta por la ciudad y a continuar conduciendo tranquilo. Ja Ja
Es para pensárselo, no lo digo en broma.
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