Cómo podemos romper el bloqueo para publicar un libro

“Todos hemos oído hablar de personas a las que la pérdida de sus libros los han convertido en inválidos”.

W. Benjamin.

Cuando uno se pone a navegar por la Internet buscando servicios de editoriales con la firme intención de publicar nuestro primer libro; es asombroso ver la infinidad de ofertas que podemos encontrar. Al parecer, ya no es un pretexto que un escritor novel argumente que una editorial no quiera publicarlo. Digamos que las probabilidades son cada vez más altas.

Incluso llega uno a encontrar ideas interesantes sobre el fenómeno de la “autopublicación”.

Cuando uno está involucrado en todo el proceso que engloba el oficio de escritor, sabe que la edición de su libro (sea en formato físico o digital), es una pequeña parte del mismo.

La pregunta que a título personal me he estado haciendo en estos últimos meses es ¿Por qué muchos escritores aún no han podido publicar su primer libro? Sin duda que podríamos enumerar una lista sustanciosa de argumentos aun cuando existen los medios para hacerlo. Entre ellas podríamos mencionar sin priorizar las siguientes:

-Falta de seguridad respecto a la calidad del libro en todos los sentidos.

-Posiblemente exista un desconocimiento de las opciones de publicación y autopublicación.

-Existe el mito de que es costoso publicar.

-Falta de conexión con un editor.

-Piensan que no están listos para publicar la “obra maestra”.

-Publicar es entrar en un examen minucioso de su escrito, complejidad semántica, lingüística, ortográfica…

La lista, sin duda, sería aun mas extensa; en lo que debemos enfocarnos es en ver si realmente queremos publicar, nos comprometamos realmente por hacerlo.

No quiero decir que sea fácil, que solo se tiene que seguir una receta y listo. En realidad lo que deseo expresar es que no dispersemos nuestra energía intelectual y creativa en paralizarnos con la interrogante de ¿Quién será digno de publicar nuestros escritos?

Mejor centremos nuestro esfuerzo en crear algo de valor, de calidad y de buen gusto; y en ese proceso de creación (literaria o de cualquier forma de expresión escrita), disfrutemos dicha actividad.

Si realmente uno desea escribir y publicar, lo hará siempre y cuando este uno comprometido con ello.

Durante muchos años mi mente estaba bloqueada por subestimar mi oficio de escritor.