Una ayuda acertada
Hasta hace bien poco y en líneas generales no escatimaba el dinero, sin llegar a ser una persona derrochadora cuando necesitaba algún producto o servicio solía prestar más atención a la calidad que al precio. Ahora como la inmensa mayoría me fijo mucho en el coste sin dejar de lado la calidad. Cuando encuentro un producto o servicio a un precio que me parece acorde con la calidad del mismo, me produce una pequeña alegría, aparte de resolver mi problema a un coste que me parece justo, me indica que estoy tratando con una empresa que hace un esfuerzo, que se pone en mi piel, que le importa lo que hace no solamente lo que ingresa, me caen simpáticos de entrada.
Si hablamos de servicios de salud o de aquellos en los que quiera o no he de gastarlo la cosa gana enteros. Hace poco tuve la necesidad de realizar la renovación del carnet de conducir y me encontré con una de esas gratas sorpresas; en el Centro Médico Jaume I han interpretado perfectamente la manera de ayudar a convivir con la crisis. De entrada ofrecen una Tarifa Juvenil, ahora la moto como medio de transporte entre muchos jóvenes es un hecho, en el centro disponen de una tarifas reducidas pensada para estos casos; teniendo en cuenta que si se lo pagan ellos probablemente sea a costa de trabajos realizados durante el verano o en fines de semana, francamente, no creo que dispongan de mucho capital. Si por el contrario son sus padres los que han de sufragar el carnet, es una ayuda importante la tarifa que aplica el centro médico para estos casos.
Pero no es sólo el caso de los jóvenes, las tarifas se ampliaban a las familias numerosas, ahora cada vez quedan menos, pero el que la tenga seguro que lo agradece.
Una Tarifa especial para personas en situación de paro, me parece totalmente solidaría dada la situación del trabajo en la actualidad, solidaria y todo un gesto por parte de los administradores del centro, es un ejemplo que muchos otros sectores deberían copiar.
Los mayores de 70 años, otro sector de población castigado injustamente por la crisis también disponen de un precio especial.
En mi caso no estoy entre los sectores de población que se benefician de esta sutil ayuda, pero como decía al principio, el detalle me decidió a adelantar el reconocimiento médico y la renovación del carnet de conducir.
Hacía años desde la última renovación y me encontré con un centro totalmente modernizado, con diferentes áreas de atención y salas de espera independientes. De hecho puedo decir que fui con las manos en los bolsillos y salí en un cuarto de hora con el carnet de conducir renovado, desde las fotos hasta la tramitación administrativa lo solventaron todo. Y siempre con una sonrisa.
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