Revocatoria
Después de escuchar las declaraciones de la alcaldesa de Lima Metropolitana sobre su revocatoria, puedo imaginarme una cosa: Ella (la alcaldesa) ya no va a mover un solo dedo para solucionar los problemas que agobian a esta Lima caótica. Dijo lo siguiente: -“…un proceso de revocación significa un año de inestabilidad hasta que haya una nueva elección. Para tener un nuevo alcalde, año y medio…”- a buen entendedor pocas palabras. Ya no tiene la intención de seguir “trabajando”.
Lo que no me explico, es lo siguiente: hemos esperado un año para que se puedan comprar los kits electorales, que albergaran las 400 mil firmas requeridas para la revocatoria y, ahora tenemos que esperar hasta el 30 de setiembre para convocar a la consulta popular. ¿Es necesario esperar tanto tiempo? Y sobre todo que será un tiempo de inacción edil. ¿No puede ser antes? ¿Por qué tanto tiempo?... Que se vaya de una vez.
Lo que no me queda claro – porque no lo dicen – es: como haremos los ciudadanos de a pie, para acceder a estos kits electorales. Cómo, cuándo y dónde, tenemos que ir, para estampar nuestras firmas; y que esta señora se vaya de una buena vez. Sería bueno que se informe sobre esto a la población.
Todo este asunto, me trae a la memoria, lo que fue la campaña de la señora Susana Villarán, para alcanzar el sillón municipal. Me trae a la memoria toda la ayuda que recibió de Jaime Bayly para este propósito. Y reflexionando sobre este hecho, llego a una conclusión:
Todo intento de Jaime por apoyar algo, es un error. Su misma filosofía de vida es un error. Si no; veamos lo que lunes tras lunes escribe en el diario ‘Perú 21’. Todos sus comentarios, son un falso modo de ver la vida. Entonces:
Apoyar a Susana villarán: fue un error. Hacerle contra campaña a Ollanta Humala, también fue un error. Pero, cuidado que también es cierto, que Ollanta con su discurso inicial, daba miedo. El asunto es que Jaime, se equivoca en todo. Entonces, lo que tenemos que entender, es que cada vez que Jaimito abra la boca; será para crear un error político en la historia.
Andrés Arbulú Martínez
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