El Animal y la Máquina
Ya están corriendo los primeros años del siglo XXI y aún en los aires, se mezclan realidad y mitología.. .¡Que importa!, si al final se trata de comparar y extraer lecciones de Vida-
El Animal, aquel que despliega sus fuertes y vigorosas alas ,con millones de mitocondrias y Aparatos de Golgi, científicamente distribuidas cual modernas turbinas, que levanta vuelo y desde al aire otea y ataca a sus presas, surca alturas ganando las cimas, creyéndose Diosa, pero la Biología-en su caso-no cae rendida a sus triunfos, a su sapiencia, a su fuerza...se une al tiempo, a los climas, a las vicisitudes y la va mermando de a pocos...y cuando menos lo espera EL ANIMAL.es un despojo que huye por los suelos, ya las cimas ni lo recuerdan, los aires lo han olvidado, sus presas se mofan y cada día mas viejo el espécimen queda convertido en un montón de células y tejidos llenos de desmoplasia, que no sirven ni para un caldo de carretilla y menos para traficar sus órganos enfermos en el BLACK MARKETS y sin pena ni gloria seguirá su ruta taciturna hasta quedar como festín de carroña.. .el ayer no será ni recuerdo y el eco de las palabras de Robert Sharna ¿Quién te llorará cuando mueras? le quemarán los pocos detritus que le quedan y el Vanidoso de ayer acabó víctima de su propia estulticia, voló tan alto como pudo y por los cielos nunca encontró a Dios...¡es que no tengo alma!-repetía-...¡No importa: Búscalo!-le imploraban ¡Dios es también para los animales como Tu!-le daban fuerza-...pero al final acabó en los intestinos y en la cloaca de los carroñeros y nunca se encontró con Dios.
La Máquina, copia industrial del animal, copia fiel, con mas defectos que virtudes, también surca los aires creyéndose Dios, también otea a sus presas, en los terminales, embebida de vanidad, mas temprano que tarde acabará como un montón de chatarra humeante, con olor a eritrocitos y carne asada, que ni los mas desgraciados querrán retirar de los bosques, que también la maldicen por haber asesinado a sus retoños que purificaban el aire y si tiene suerte...¿suerte?-repiten los peces-irá al fondo del mar, convertidos en maceteros metálicos de musgos y plancton.
Triste final, de dos figuras animada e inanimada, saque Ud. Sus conclusiones.

Miguel Palacios Celi





































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