Alimentos Perecederos Y Cuartos Fríos Industriales
Muchos de los alimentos son victimas de una rápida descomposición, debido a la actividad de mohos, bacterias y hongos. No obstante, cuando hay bajas temperaturas, el efecto de estos agentes de la descomposición se ve ampliamente retrazado.
Desde hace varios años, se demostró con éxito que la aplicación de temperaturas bajas ayudaba a aumentar la vida útil, de los alimentos perecederos. Consecuentemente, se crearon sistemas y estrategias, que permitieron expandir el comercio de alimentos, a la vez que se modificaban los hábitos alimenticios en todo el mundo.
Para que los alimentos perecederos lleguen al consumidor, en las mejores condiciones, es necesario acudir a un procedimiento que se denomina la cadena del frío. Esta cadena comienza en los lugares donde los alimentos son producidos y termina en los sistemas de refrigeración doméstica, en el hogar del consumidor. Como se puede ver, es un largo camino en el que el frío debe ser una constante, para que un producto no sufra las inclemencias de los agentes de la descomposición.
En los lugares de producción se cuenta con un gran volumen de productos y por ello, se debe tener acceso a grandes sistemas de conservación en frío. Uno de éstos está representado por los cuartos fríos industriales. En dichos cuartos, alimentos perecederos como carne o vegetales son acopiados, hasta que el transporte contratado los lleva a los sitios de comercialización.
Los cuartos fríos industriales son el primer eslabón de la cadena de frío y por ello son tan importantes. Es gracias a ellos que los productos, que se consumen a diario, se mantienen lo más frescos posibles. Sin el uso de estos cuartos muchos de los alimentos, que se consumen en las grandes ciudades, no podrían llegar a ellas, dadas sus altas tasas de descomposición a temperaturas de ambiente.
La cadena de frío también necesita de vehículos adecuados, para que aún durante su viaje, los alimentos pereceros sigan contando con temperaturas frescas y controladas. Por esta razón existen unidades de frío, que pueden ser transportadas en camiones, barcos y aviones; en las que los productos perecederos son metidos, después de haber salido de los cuartos de refrigeración industrial y en las que pueden viajar por grandes distancias, sin verse afectados en lo más mínimo. Luego de ello, los alimentos deben seguir bajo refrigeración, en los lugares donde serán comercializados. En estos sitios se cuenta con cuartos fríos comerciales, además de otros sistemas de almacenamiento en frío, con el fin de mantener las cualidades nutricionales y organolépticas de los alimentos perecederos.
Una logística de frío debe contar con equipos como los cuartos fríos, ya que con éstos se pueden generar las condiciones climáticas que muchos productos o mercancías requieren.
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