Sobre Validación De Identidades
Las soluciones de reconocimiento biométrico han venido cambiando muchos procesos en todo el mundo y ello ha sido mucho más notorio en los últimos años. Aunque dichas soluciones llevan varias décadas yendo y viniendo, solo hasta hace un par de años han podido llegar al mercado y con precios que son bastante atractivos. Atrás han quedado los días en los que producir tecnología de biometría requería grandes inversiones de dinero y de tiempo, con lo que hoy existen muchas compañías que producen importantes diseños, en grandes cantidades y cualquier persona o negocio puede costearles. El objetivo de las compañías de biometría es satisfacer una demanda que cada día parece duplicarse o incluso triplicarse.
Es posible que alguien se pregunte por qué se hace tanto escándalo con los dispositivos biométricos y la manera más indicada de responder, es mostrando lo que éstos pueden hacer. En el caso de un lector de huella dactilar, se trata de un dispositivo electrónico que permite hacer un rápido, pero exacto, análisis de estas huellas, lo cual es ideal en muchos contextos. Por ejemplo, en Estados Unidos, Argentina y otros paises, los agentes del orden llevan consigo escáneres portátiles de huellas digitales, con los que pueden someter a personas sospechosas a un examen de huellas y ver si tienen alguna deuda con la justicia.
Tal vez la seguridad y el control sean las áreas que más sacan provecho de la soluciones de biometría, ya que aquello de que “caras vemos, corazones no sabemos” ha tomado mayor importancia desde los atentados talibanes a USA, en el año 2001. La biometría ofrece la única forma rápida y confiable de comprobar que se trata con una persona sin antecedentes criminales. Para ello, aparte de los escaneos dactilares, existen cámaras y programas de computadora, para el reconocimiento facial. Se trata de sistemas que se conectan con bases de datos de criminales registrados, en las que existen fotografías y más información de relevancia.
La ventaja de un sistema de reconocimiento facial es que puede funcionar sin la cooperación del sospechoso, puesto que las cámaras se ponen en sitios públicos como aeropuertos u otras terminales de transporte, toman una foto y ésta es analizada en comparación con la base de datos. Los resultados de este tipo de acercamiento han sido variados y todavía hay cosas para mejorar, pero se espera que en un par de años se hayan superado todas las dificultades. Por el momento, las soluciones de reconocimiento biométrico, basadas en las huellas digitales, ofrecen una de las mejores alternativas.
Un control de acceso no es muy efectivo si se basa en elementos que pueden ser usados por personas diferentes a su legítimo dueño. Por ello lo mejor es usar lectores de huellas u otros sistemas biométricos.
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