Creer: ruta para el crecimiento
¿Qué es creer? ¿En qué debemos creer? ¿Por qué? ¿Tiene que ver con la fe? ¿Cuál es su relación con el reconocimiento? Quizás esta última sea la pregunta fundamental, ya que su respuesta engloba una serie de conceptos que trazan una ruta de crecimiento continuo, en donde cada parada es, por sí sola, una estación de crecimiento y en donde el recorrido completo implica una especie de vía, cuya pendiente es de permanente ascenso personal.
Creer à Fe
La primera estacion es la fe, que tiene su raíz en el latín fides (lealtad). A esta voz la acompaña toda una extensa familia de palabras que nos dan una cantidad de conceptos que hoy en día son relacionados con creencia y fe. En su verdadero significado confianza, fidelidad, fehaciente, fiado, son todos conceptos que parten de poner fe en algo. Y eso es creer, depositar confianza en algo o alguien.
Creer à Fe à Aceptación
La aceptación es un valor trascendental, del cual nuestra vida diaria está plagada. Los actos de fe y aceptación se nos presentan en el diario transitar: le creemos al noticiero, tenemos fe en la promesa de nuestros familiares, aceptamos la anécdota contada por un amigo, en fin. Ese valor de creencia, fe y aceptación es vital para la convivencia.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento
La tercera parada es reconocer, que viene del latín re-cognoscere, y significa conocer en profundidad algo o alguien. Reconocer no es solamente admitir la vida, o la ocupación de un espacio físico concreto. Significa creer, tener fe y aceptar que existimos como seres humanos con derechos de igualdad universal y deberes de respeto permanente.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento à Auto-reconocimiento
En la ruta del reconocimiento es esencial entender que eres capaz de hacer lo que te propongas. Creer en ti es vital. Acostumbramos a reconocer fácilmente nuestros defectos y deficiencias, a la vez que anhelamos todas aquellas cualidades que no poseemos, y eso hace que nuestra mente provoque un rechazo sobre nuestra propia existencia.
Por el contrario, depositar la fe en ti mismo te da el impulso para explotar tus capacidades al máximo, con toda la fuerza de voluntad de que dispones. Para poder consumarte, para alcanzar tus metas, para realizar tus sueños, es primordial creer en ti.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento à Auto-reconocimiento à
à Dar Reconocimiento
En las paredes de la quinta estación te conseguirás un letrero que reza con mucha razón: “Para poder amar a otros, es necesario amarse a sí mismo, pues solo se puede dar a los demás lo que uno mismo tiene”. Si no creemos en nosotros, no podremos creer en los demás, porque somos nuestra propia base para las relaciones interpersonales con el mundo.
Cuando nos reconocemos, entendemos que no estamos solos, que a fin de cuentas todos nos estamos buscando, sencillamente porque nos necesitamos. Cuando reconocemos al otro atendemos sus necesidades, somos parte activa en su vida, lo experimentamos desde el centro de nosotros mismos, hacia el mismísimo centro de la otra persona.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento à Auto-reconocimiento à
à Dar Reconocimiento à Recibir Reconocimiento
Al hacer tu sexta parada es importante que mires a través de la ventanilla y estés atento a cómo recepcionas las actitudes de los demás hacia ti. La imagen que uno tiene sobre sí mismo también depende de cómo nos ven los demás, o por lo menos de cómo crees que te ven. Crear una imagen positiva de nuestras propias capacidades es escencial para poder avanzar. Creer en los demás puede tener efectos realmente positivos.
Al salir de esta estación nos percatamos que estamos devuelta a la creencia pero por una ruta de expansión y superación, pues vamos a enfrentar nuevamente el reconocimiento, la aceptación, la fe y la creencia pero desde una nueva y mejorada optica.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento à Auto-reconocimiento à
à Dar Reconocimiento à Recibir Reconocimiento à
à Aceptación de Reconocimiento
En la séptima estación entendemos que habría cosas que no podríamos lograr si no fuera por el reconocimiento que los demás ponen sobre nosotros al ofrecernos su sincero apoyo. Ya sea si nos ayudan indirectamente, si nos ofrecen su experiencia como sostén o si sencillamente nos dan un honesto aliento, la sola intensión de ayudarnos implica el reconocimiento del otro hacia nuestra existencia y hacia nuestro merecimiento de ese mismo soporte.
El apoyo incondicional, incluso de un desconocido, en un momento en el que la presión nos exige el máximo, puede ser determinante en cuanto al resultado. Realmente la energía que otra persona nos puede transmitir con algo tan sencillo, es simplemente maravillosa.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento à Auto-reconocimiento à
à Dar Reconocimiento à Recibir Reconocimiento à
à Aceptación de Reconocimiento à Reafirmar la Fe
Respondemos sinceramente a las expectativas que tengan de nosotros. Si estás en un momento de crisis en el que pueda faltarte fe en ti mismo, quizás encuentres a alguien que crea en ti, que apueste por tus capacidades. El famoso Goethe escribió: “Trata a un hombre tal como es y seguirá siendo lo que es; trátalo como lo que puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser”.
Es decir, coincidimos nuevamente con la fe, solo que nosotros ya no somos los mismos, hemos crecido. Y ese crecimiento nos permite más que encontrar, reafirmar la fe.
Creer à Fe à Aceptación à Reconocimiento à Auto-reconocimiento à
à Dar Reconocimiento à Recibir Reconocimiento à
à Aceptación de Auto-reconocimiento à Reafirmar la Fe
à Reafirmar la Creencia
La creencia es la base de muchas actitudes que podemos tomar. Depende de que tan firme es la fe en nosotros mismos o en factores ajenos para entonces creer o no, y en consecuencia, actuar de una manera u otra. Pero después de haber recorrido este ciclo de crecimiento, después de afianzar la fe y de reafirmar la creencia en nosotros y en los demás, seguro que nuestras decisiones y actuaciones gozarán de una acertividad jamás antes vivenciadas.
Y la mejor noticia es que este ciclo lo podemos repetir cuantas veces queramos.
La ruta al reconocimiento es una autopista de dos direcciones que siempre parte y termina en la creencia. Una ruta en donde creencia, fe, aceptación y reconocimiento transitan en un mismo vehículo que no es otro que tu ser, y que en cada parada cargan combustible a tu tanque de crecimiento personal y te impulsan a un estado de mejoramiento continuo.
“Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades”.
W.Dyer
Jaime Mora Director de www.impulsate.com
Registro automático