Partos paralelos
Dormía plácidamente- si es que cabe esta expresión en la Vida de un ginecólogo- y de repente sonó el teléfono… ¡ese bendito fono!...¿Quien es?- le contesté con enfado- llevaba 2 horas durmiendo… ,el reloj marcaba la 1 y 30 am ¡Maestro…soy Alvarado… le llamaba para comunicarle que tengo cuatro pacientes en labor de Parto y parece que ya todas están llegando al expulsivo!.. ¿Que dices desalmado?-le dije- Alvarado Sonrió y agregó…¡Pero no se preocupe acá los atiendo!... ¡Calla insensato!-le recriminé- de donde estaba me separaban unas 12 cuadras y en coche, a esas horas de la madrugada…a los pocos minutos ya estaba ahí y como dormía con Ropa de Parto…ya estaba en la misma Maternidad y encontré el cuadro que me puso los pelos de punta, Alvarado había juntado dos Camillas atendía al mismo tiempo, mientras otra mujer amenazaba con Pujar en otra camilla y la cuarta mujer deambulaba como Pato exigiendo una camilla donde acostarse pues ya sentía ganas de pujar, rápidamente hicimos Parir a una de ellas, felizmente sin episiotomía, le entregamos el recién Nacido al Dr. Hugo-Pediatra- y cada uno de nosotros atendió…¡ los otros dos que ya amenazaban salir!... con episiotomía incluida, rogábamos a Huguito no confunda los niños, las familias colaboraban también y mientras suturábamos la cuarta mujer empezó a gritar que ya se le salía… ¿Ya señora?...¡Si doctor ya no aguanto!...¿Ni un poquito señora?...¡Ya no doctor, doctorrr?...doctor Miguelitoo, ya cuando decían mi nombre y encima con cariño tenía que corresponderles y es así como dejé aquella episiotomía, abrí las piernas de la señora justo cuando la cabeza del Feto asomaba por el Introito…¿A dónde va jovencito?...¡Quiero Nacer, tengo derecho a Nacer!- me pareció oírle, le ayudé, la señora Pujó y nació Albertito(así se llamaba su padre) saqué placenta puse un Tapón y regresé a mi anterior paciente a terminar la sutura, Alvarado ya había acabado con la 2º paciente y vino a suturar la 4º paciente, las pasamos a sus camas cuando todo acabó, y me fui a dormir aunque sea un ratito más, ya eran las 4,30 de la madrugada, el pediatra estaba como loco con tanto griterío…él se quedó, Alvarado también.
Miguel Palacios Celi
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