Mi testimonio sobre cirugías estéticas
Después de amamantar a mi hijo, tuve una pérdida asombrosa de volumen en mis pechos y me quedaron muy estropeados. Cada vez que me desvestía, trataba de no mirarlos demasiado para no deprimirme, mi madre y el resto de las personas que me rodean me decían que era cuestión de tiempo pero esperé dos años y medio y mis pechos seguían estando igual. Finalmente tomé la decisión de realizarme una cirugía de aumento de mamas para volver a sentirme feliz con mis pechos y conmigo misma principalmente.
Yo misma tuve que decidirme entre mi deseo de cambiar aquello que me hacía sentir mal o la consideración frívola que predomina en nuetra sociedad cuando hablamos de estos asuntos. Es conocido que te bombardean constantemente con ello de que para ser feliz, hay que sentirlo primero en el interior de uno. Que el aspecto físico es un cascarón que sirve solamente para cubrir aquello que realmente somos. Que para ser feliz hay que aceptarse a uno tal cual se es y que hay que tener una psique fuerte y sana.
De todo ello yo siempre fui muy lúcida… pero seguía teniendo el deseo de cambiar, aquello que luego del embarazo estaba empezando a limitar varios aspectos de mi vida. Sentía una gran limitación psicológica y el rechazo hacia esa parte de mi cuerpo se había acentuado de tal manera que, sumado al aumento de peso, estaba comenzando a ponerme barreras. Y es algo que tenia forma de solucionarse, borrar de un plumazo ese problema. Así que fue una lucha interna que duró un tiempo hasta que empecé a informarme sobre la cirugia plastica en Argentina.
Presuponía que mi postoperatorio podría llegar a ser muy doloroso, pero no soy miedosa y a pesar de no conocer mi umbral de dolor, estaba super dispuesta a enfrentarme a ello. Y llego el día de mi operación de aumento de mamas. Entré al quirófano más tranquila de lo que pensé. Cuando volví a abrir los ojos, ya todo había concluído.
Mi recuperación fue buena por suerte. Ni pasé esos dolores terribles de los que me había hablado todo el mundo, ni tuve problemas para moverme o dormir. Creo que cada cuerpo reacciona de distinto y descubrí que el mío tiene un umbral de dolor bastante alto.
Lo más importante de todo el proceso, es informarse de forma adecuada sobre el cirujano plástico por el que optemos. De hecho hay muy excelentes médicos dedicados a cirugía plástica en Argentina. Nos deben aportar confianza, deben ser realistas cuando nos informan y que no nos “vendan” su trabajo como si estuviéramos en una pescadería esperando la mejor oferta.
Finalmente, he decidí volver a entrar al quirófano para realizarme una liposuccion que me devuelva un poquito esa cintura sexy que tenía antes del embarazo. Y no dudo un segundo en convocar a los mismos cirujanos.
De toda mi experiencia, lo que más destaco es que sigo siendo la misma persona de siempre pero sin ese problema que me ponía tan mal. Podría decirse que después del nacimiento de mi hijo volví a tener una alegría propia y pronto la completaré por fin.
Gabriela Mielgo
Registro automático