Los secretos de la buena suerte

Muchas veces creemos en la buena suerte, porque observamos que hay gente que nace en la riqueza, vemos que algunos ganan la lotería, también hay personas que tienen excelentes empleos o cuando alguien recibe un ascenso, etc. Pero lo cierto es que estas circunstancias tienen una estrecha relación con las creencias, de modo que nosotros debemos aprender a construir la buena suerte.

En el mundo espiritual no existen calificativos de buena o mala suerte, tan solo ideas, sistemas de información, así la mente que tiene el poder de crear la realidad es la subconsciente, pero ahí no hay razonamientos, si nos enfocamos en deudas, entonces atraeremos deudas a nuestra vida, al concentrarnos en prosperidad igual la conseguiremos, no hay diferencia a nivel interior, pero donde si sabemos que hay diferencias es en la mente consciente, por eso hay que ser muy cuidadosos respecto de las ideas a las que le prestamos atención.

Si usted desea tener buena suerte, entonces tiene que usar su mejor arma, esto es la capacidad de atención, defina metas para poder cumplir sus deseos, comience a trabajar en las ideas que le darán salud, amor, prosperidad, libertad, espiritualidad, felicidad y bienestar, no se salga de esas ideas, haga todo lo necesario para que esas metas que se ha propuesto funcionen.

La consolidación de una meta es algo que lleva tiempo, pero cuando se construye un nuevo estado mental, entonces fluimos con la energía creadora, entonces la gente nos dirá “que suerte”, pero usted sabrá que tan solo es el efecto de las buenas acciones que ha realizado, por eso los sacrificios que hacemos para triunfar valen la pena.

Vemos que hay personas que nacen con algunas condiciones favorables, pero esto es posible porque otros ya realizaron un gran trabajo, así que si usted construye su propia historia de éxito entonces sus hijos y familia se beneficiará, es una oportunidad maravillosa.

La buena suerte es el esfuerzo continuo para adoptar creencias positivas, es una lucha diaria, hasta asegurarnos que hemos cambiado desde adentro, es de recordar que todo éxito viene de las fuerzas espirituales, cuando nos basamos solo en la inteligencia o las capacidades conscientes, entonces los logros son muy limitados.