Entender los motivos de la separación para como reconquistar a mi marido

Cuando uno se casa o decide compartir su vida con un hombre, lo hace plenamente enamorada, con mucha ilusión de formar una familia, ya sea porque se desea tener hijos o simplemente porque se desea tener un hogar al lado de la persona que se ama. Cualquier actividad banal como limpiar la casa, arreglar el tubo de la lavadora o escoger juntos un simple accesorio para el baño resulta maravillosa si se tiene la fortuna de vivir el amor y la armonía de pareja. Pero toda esta felicidad puede derrumbarse en un instante cuando se empiezan a tener problemas. Sin saber ni cómo ni porqué, se llega a una situación crítica que parece un callejón sin salida.  

El sufrimiento puede llegar a ser muy grande, pero el miedo a perder lo que se tenía o lo que tanto se deseó resultan desgastadores. Incluso los bellos recuerdos se desvanecen. El resultado es que te encuentras en una total impotencia: no solo no sabes cómo salvar tu relación, sino que también las otras áreas de tu vida empiezan a funcionar mal, porque ya no tienes la misma alegría, fuerza y lucidez de antes. Es claro que tienes que tomar cartas en el asunto y para empezar, lo mejor que puedes hacer es adquirir un cierto equilibrio emocional, un estado de calma en el que puedas pensar con claridad.  

Si él se fue, es por algo. Uno de los errores más grandes que cometen las mujeres cuando están pasando por un problema de pareja grave es el de querer mantener las cosas tal y como estaban cuando vivían felices. La negación es dañina, no solo en los asuntos de pareja, sino en cualquier aspecto de la vida en general. Es cierto, si no ves el problema no sufres. De alguna manera tu inconsciente espera que por arte de magia las cosas se solucionen. Pero somos adultos y en el fondo sabemos que cuando hay un problema lo que hay que hacer es buscar una solución, luchar por lo que se quiere con todo el corazón. Así pues, con calma y con la mente fría, pregúntate a ti misma: ¿Cuáles son los motivos que llevaron a tu pareja a querer una separación?  

Lo más simple de entender es que haya sucedido algo, una ofensa o algún acto molesto que los llevó a la ruptura, no sé, algo como el que no haya llegado a dormir a la casa, que se haya ido de fiesta con sus amigos y haya llegado completamente borracho. En este caso la solución es hablar. De hecho, la comunicación es siempre la mejor arma para sanar una relación. Ser marido y mujer presupone también el ser amigos, el tenerse confianza para decirse las cosas. Habla con tu marido, dile lo que sientes, y sobre todo escúchalo. Traten de entender porqué pasó lo que pasó y aclárenlo.   

Pero bien sabemos que cuando nos molestamos por gestos precisos, en realidad no es el gesto en sí lo que nos molesta; lo tomamos como pretexto para desahogar algún malestar. A veces la relación ya está desgastada y cualquier detallito nos parece terrible. ¿No será que se han vuelto insoportables, que te enfureces injustificadamente si él deja un calcetín tirado porque en realidad la relación ha perdido sentido? De nada sirve negar que ya no son los mismos enamorados de siempre.   

De nada sirve querer vivir la misma relación de cuando se conocieron. Eso es algo antinatural. Hay que vivir en el presente, hay que navegar con el tiempo para tener experiencias vivas. Si se insiste en vivir en los recuerdos, en los deseos o en el pasado lo único que se logra es llevar la relación derecho a la muerte.  

No trates de aferrar a la fuerza a tu marido. Aprovecha la separación para recuperarte. Vuelve a contactar contigo misma, descubre quién eres hoy. No le ofrezcas una ilusión muerta sino el ser vivo y en constante evolución que eres. Después de todo, si uno decide vivir en pareja es para evolucionar como personas juntos.