Consideraciones a tener en cuenta para realizar un tratamiento con reflexología podal

Al practicar la reflexología podal, el fisioterapeuta debe tener en cuenta que los puntos o zonas reflejas pueden variar de un pie a otro, incluso hay zonas que pueden invadir el espacio de otro órgano. Así que tendrá que ser muy cuidadoso con cada paciente de encontrar y tratar cada zona refleja de forma correcta.

Normalmente, la persona que inicia un tratamiento de reflexología podal suele tener una sensibilidad extrema al presionar puntos concretos del pie, dependiendo del paciente y patologías que tenga, esos puntos pueden variar. No se deben sacar conclusiones precipitadas sobre su estado de salud hasta que hayan pasado unas cuantas sesiones de tratamiento. Del mismo modo que aparecen pacientes hipersensibles, se puede encontrar el caso de pacientes que no perciben ningún estimulo y que al cabo de las sesiones empiezan a notar la estimulación sobre las terminaciones nerviosas.

Nunca se debe entender la reflexoterapia podal como una forma de diagnostico de enfermedades, el que un punto muestre más sensibilidad no debe demostrar nada, el principio básico será que el todo  es más importante que las partes, así que las conclusiones globales que se saquen, partiendo de diferentes valoraciones, serán las que más nos aproximarán al diagnostico y al tratamiento más adecuado. Siempre será mejor tratar todo el pie insistiendo más en las zonas afectadas que quedarse solo con el tratamiento de lo que se considere afectado.

Si solo se practica la reflexología podal, como único tratamiento, se hará completa, insistiendo en las zonas más afectadas. Si se combina con otras terapias, se puede centrar solo en la estimulación de los puntos relacionados con la patología.

Lo correcto sería dedicar la primera sesión para hacer una valoración completa del paciente, una buena entrevista y un masaje de reflexología podal completo, para tener una idea básica de lo que se debe hacer y con el paso del tiempo aprender del paciente, de sus reacciones y situaciones, a enfocar el tratamiento hacia unas zonas u otras.

La fisioterapia incluye multitud de técnicas de tratamiento efectivas y totalmente demostradas, pero en ocasiones se puede avanzar el estado de recuperación de un paciente usando técnicas como la reflexología podal, que aunque pueda ser polémica por la diversidad de opiniones sobre su eficacia, en realidad ayuda a mejorar el estado mental de las personas y a tratar zonas del cuerpo difíciles de tratar por la sensibilidad extrema que presentan en ocasiones.