El estrés también produce trastornos en la visión
A estas alturas, es un hecho reconocido por todos que el estrés es capaz de producir alteraciones profundas en el bienestar de las personas. Las investigaciones que se han realizado en torno a este asunto hace tiempo que han confirmado que las situaciones de tensión constante pueden llevar a las personas a experimentar cuadros clínicos de distinto tipo y a distintos niveles, con el consiguiente perjuicio en su calidad de vida y en la de quienes los rodean.
En este contexto, la vista también puede verse afectada por el estrés. Un ritmo exigente de trabajo, poco descanso, tensiones acumuladas y la falta de actividad física, son algunos de los factores que tarde o temprano forman un cóctel tóxico que, entre otras consecuencias, puede llegar a afectar seriamente el correcto funcionamiento de los ojos.
Habitualmente, esta situación se manifiesta a través de temblores en el globo ocular, inflamación y pérdida sorpresiva de la visión. Sin embargo, al tratarse de síntomas derivados de situaciones hipertensivas, su principal característica es la temporalidad: se hacen notar mientras la sobrecarga de tensión continúe. A continuación, la explicación para cada uno.
- Temblor ocular. Se debe al movimiento involuntario del músculo de Müller, que es uno de los que controla el párpado. Cuando la adrenalina en el cuerpo supera los niveles normales, el sistema nervioso simpático, responsable de los movimientos automáticos de algunos órganos del cuerpo, envía señales equívocas que provocan este síntoma.
- Inflamación. Los especialistas la llaman maculopatía serosa central. Se manifiesta a través de una inflamación benigna de la mácula, que es la parte central de la retina. Debido a que en esta zona se hallan las células fotorreceptoras y los conos y los bastones (células que permiten diferenciar los colores y ejecutar la visión fina), la consecuencia para quien padece estrés es la visión borrosa.
- Pérdida de la visión. Este tipo de casos son denominados como amaurosis y su manifestación se asocia a diferentes causas, entre las que por supuesto se hallan las situaciones de tensión constante.
Es importante recalcar que, al tratarse de cuadros clínicos derivados del estrés, en la mayor parte de los casos, un cambio en los hábitos de descanso y un manejo realista de los horarios de trabajo, harán que desaparezcan. Sin embargo, es importante que el verdadero origen sea confirmado por un especialista.
Registro automático