El sindrome de la Arrogancia en política
Leibniz en sus obras creía que todo está perfecto y que vivimos en el mejor de los mundos, Voltaire en su obra “Cándido” se burlaba del optimismo extremo por que no permite ver la realidad y por lo tanto no la puede mejorar, menos transformarla,…y ¡esa es la enseñanza!
Hoy vemos en el país Gobernantes, Ministros, Presidentes Regionales, Alcaldes, Congresistas arrogantes, soberbios, que protagonizan actos de altanería infame para quienes con piensan como ellos, dueños de un apetito desordenado de ser preferidos a otros, politicastros que encuentran satisfacción y envanecimiento por la contemplación que hacen los demás de sus obras, actos, discursos , con menosprecio de los demás
E l Dr. David Owen, Médico, Político, Lord, ex Ministro de Salud, ex Ministro de Relaciones exteriores, actual Rector de la University Liverpool ha estudiado este fenómeno que no es patrimonio de Trujillo, ni del Perú y dice…”el dominio del poder ocasiona cambios en el estado mental y conduce a una conducta arrogante…” y dice tantas cosas más que es obligatorio leer su libro ¡In Sickmess and in Power! (la enfermedad y el poder ) para poder entender a estas personas que en el fondo son pacientes de salud mental y deberían ser ayudados
Owen, en el Foreing affairs(Dic. 2008) agrega que las enfermedades mentales pueden necesitar una redefinición para incluir un Síndrome de la Arrogancia y darles un número en el Código Internacional de Enfermedades-CIE- quiere decir que a algunos políticos el perfume del poder, la cohorte de adulones, las prebendas, las gollerías, los beneficios los enferma, los hace arrogantes, soberbios y altaneros, tanto así que ponen en riesgo la gobernabilidad de una nación, pues si bien el Litio ayuda controlar algunos desordenes Maníaco Depresivos, aún no contamos con un fármaco que ayuda a controlar los estados de arrogancia y altanería.
El Dr. Sherwin B Nuland profesor de Cirugía en la Universidad de Yale ha propuesto en New Haven, Connecticut, que los Jefes de Estado deberían, al asumir el mando Presidencial, renunciar a la privacidad médica y los Médicos que los tratan deberían suspender su deber de confidencialidad Médico/Paciente(el llamado secreto profesional) en aras del bienestar del país, en salvaguarda de los intereses del pueblo, quien a fin de cuentas debe ser el único y soberbio soberano con capacidad y autoridad de modificar leyes y nombrar autoridades.
Los Gobernantes con desordenes Maníaco Depresivos y/o Síndrome de Arrogancia… ¡Tienen los días contados!
Miguel Palacios Celi
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