Dile NO a las Dietas Rápidas para Quemar Grasa (Parte 1)

Las dietas rápidas en esencia persiguen que usted baje de peso más bien algunos pocos kilos en muy poco tiempo, digamos de 3 a 5 días máximo. Estas no prolongan más su tiempo de durabilidad debido a que se basan en eliminar los alimentos ricos en calorías esencialmente y sustituirlos por uno o algunos pocos otros alimentos alcalinos o de bajo contenido en calorías, para eliminar el consumo regular de alimentos con alto poder en calorías y detener momentáneamente e consumo de estos.

 

En este corto período de tiempo nuestro cuerpo reacciona perdiendo más bien líquido y quizás en algunos casos pueden perder alguna que otros kilos de grasa al comienzo. Esta pérdida de grasa no continúa incrementándose, debido a que el sistema metabólico no se ha adaptado a un cambio regular de alimentos bien balanceados que ayuden a quemar grasa de manera sistemática o regularmente y así poder comenzar un pérdida de peso regularmente hasta que usted logre el peso ideal que desea y su cuerpo se adapte a ingerir alimentos saludables de manera habitual.

 

Una vez que usted abandona la dieta rápida, su cuerpo comienza con mayor fuerza a pedirle esos alimentos calóricos que ha comido regularmente, por lo que se incrementa el deseo y antojos por más grasa, azúcar, harina (calorías en general). En consecuencia a esto, usted va a consumirlos con mayor frecuencia, por lo que su cuerpo va asimilarlos en mayor cantidad, para convertirlos en más grasa. Este efecto rebote es típico de las dietas rápidas y las personas terminan saltando de una dieta a otra, repitiendo este ciclo como algo frustrante y sin resultados, los cuales es llevan a pensar que “no tienen solución”.

 

Ya hace años que a ciencia actual ha demostrado que si usted desea bajar de peso y eliminar grasa, debe adoptar un sistema de alimentación o dieta que vaya encaminada hacia un cambio paulatino y definitivo de alimentos saludables de reacción alcalina en mayoría y bien balanceada de todos los grupos alimentarios.

 

Otro aspecto esencial que hace que las dietas rápidas restringidas lleven a fracaso un proceso de adelgazamiento es que están hechas hacia una mentalidad a corto plazo. La persona mantiene, durante el período que realiza la dieta, en su mente las ansias y antojos hacia esos alimentos ricos en calorías que el cuerpo le pide como parte ya de un proceso de desequilibrio químico y adictivo hacia esos alimentos. Y mientras más se prolongue el período que limite los alimentos calóricos, más se incrementa la necesidad de consumirlos y el cuerpo más lo pide, creando una adicción y dependencia cada vez mayor.

 

Entonces, ¿por qué forzarte a perder 2, 3 o 4 kilos de peso, si luego que termines lo vas a recuperar y muy probable cojas algunos kilos más?

 

Por estas razones si usted quiere bajar de peso y quemar grasa de manera consistente y definitiva hasta lograr e peso ideal que desea, debe realizar un plan que tenga como objetivo modificar sus hábitos de alimentación gradualmente hacia alimentos saludables, bien balanceado en todos los grupos de alimentos y que contenga alimentos alcalinos en mayoría.

 

De hecho si eres capaz de escuchar a tu cuerpo detenidamente, podrás darte cuenta que te está pidiendo a gritos que no desea más seguir acumulando grasa y que desea deshacerse de ella lo antes posible.

 

¿Quien no ha sentido lo bien que se siente el cuerpo cuando adelgaza unos kilos, después de cargar por tiempo esa cantidad de grasa? Te sientes más ligero , respiras mejor, tienes mucha más energía todo el día para hacer todas las actividades que antes no podías hacer. Vas a sentir menos dolores en las articulaciones y pies, mejoras tu autoestima muchísimo, comienzas a ponerte ropa que hacía tiempo deseabas, mejora tus relaciones personales y de pareja, como también las relaciones sexuales y muchos otros aspectos de la vida que necesitamos para sentirnos bien.

 

Por otra parte tu cuerpo de manera natural necesita ingerir regularmente alimentos nutritivos como: vitaminas, minerales, fitonutrientes, fibras, etc. 

 

Una vez que tu cuerpo ingiera habitualmente estos alimentos en mayoría, dejará de sentir ansiedad por la comida y alimentos ricos en grasas y azucares, dejará de sentir hambre todo el tiempo por estos alimentos y el cuerpo va a sentirse satisfecho y dejará de pensar en la comida constantemente.

 

Por lo tanto, la nutrición para bajar de peso y quemar grasa, van de la mano y constituye el eslabón más importante también si quieres mantenerte saludable y alejado de las enfermedades degenerativas que nos persiguen con los años.