Riesgos medioambientales en mataderos

Toda actividad humana o industrial tiene efectos en el medioambiente. Y los mataderos no quedan al margen. Es fundamental identificar y evaluar los riesgos para conseguir que dichos efectos en el medioambiente no sean incontrolables.

Los tres grandes bloques de riesgos que podemos distinguir en un matadero son: riesgos para el aire, riesgos para el agua y riesgos para el suelo.

Los riesgos para el aire son los menos importantes. Prácticamente quedan restringidos a los malos olores. Algunas instalaciones auxiliares pueden emitir ruidos, pero generalmente son poco significativos. Los olores se generan principalmente cuando se recibe el ganado y en el área de espera, cuando se recogen los residuos y por aguas residuales. Estos momentos se producen varias veces a lo largo del proceso, y en localizaciones distintas, así que su principal dificultad para controlarlos es que son dispersos. Pueden convertirse en importantes si el matadero está cerca de una población. Respecto al ruido, normalmente proviene de las instalaciones que generan frio, necesarias para la conservación de la carne.

El riesgo de vertidos de aguas contaminadas es más importante. El matadero es una instalación en constante limpieza e higienización, y la producción de aguas residuales es amplia, aunque el material que normalmente abunda en los mataderos es el acero inoxidable, y es un material fácil de limpiar y desinfectar. Deben disponer de instalaciones de tratamiento de dichas aguas residuales, pero el riesgo de vertido existe. Esta agua tiene una gran carga de contaminantes, orgánicos provenientes de los residuos animales, e inorgánicos provenientes de los detergentes y desinfectantes. También la sangre es un gran contaminante por su alta carga orgánica.

Los riesgos que afectan al suelo están provocados por dos actividades principales: los vertidos de aguas residuales y la acumulación de excrementos animales. La filtración de ambos elementos en el suelo puede dar lugar a alterar la disponibilidad de nutrientes y de oxígeno en el suelo. También sería grave la contaminación de acuíferos y aguas subterráneas.