Psicología del color, como adquieren significado los colores

El color, por medio de la tendencia natural del hombre de asociar o vincular ideas entre si, adquiere  un sin fin de significados, sin embargo,  existe otro elemento fundamental de asociación, y del cual, varios estudiosos del diseño, la sicología y el color advierten,  la idiosincrasia, la historia, tradición y herencia cultural de cada país y pueblo, lo cual hace que cada color tome un significado distinto según la cultura de la que se esté hablando, lo anterior, expresado en términos de  semiótica,  sería la conversión del color de signo general a símbolo particular, por ejemplo, para la mayoría de los europeos, el color negro tiene connotaciones negativas, como suciedad, muerte, ilegalidad, etc, sin embargo, en los países del África, sucede lo contrario, de hecho, su símbolo de libertad, es una estrella de cinco picos de color negro.

A esto podríamos agregar las experiencias personales, el status socioeconómico, el nivel educativo,  capacidad creativa, el coeficiente intelectual,  la edad y inclusive el sexo; todo ello en suma, haría suponer que los colores no pueden tener un significado universal entre todos los pueblos y mucho menos entre todas personas, no obstante,  el hecho de que  se pueda lograr  un determinado grado de coincidencia entre algunos significados particulares,  adjudicados a ciertos colores, en varias culturas y países, -e inclusive artistas-, con independencia de los factores anteriormente citados, nos permite asumir la  existencia de una relación universal entre determinados  colores y conceptos, ello,   por consecuencia de que los objetos, conceptos o ideas de las cuales estos colores toman su significado, son elementos comunes a cualquiera, sin importar su procedencia o estancia geográfica, grupo social, o nivel  cultural; el ejemplo más evidente y contundente de esto último, es el color azul, el cual, al ser un elemento característico e invariable del cielo, logra un significado  relacionado a lo divino y celestial, común en cualquier cultura y en cualquier individuo, sin importar el estrato social, económico, o cultural de este último; como evidencia de esto, las máscaras doradas de los faraones, representantes del cielo en la tierra, tienen  cabello y la barba azules, el dios egipcio Amon tiene la piel azul, al igual que los dioses indios Visnú y Rama, como testimonio de su origen divino, entre los romanos, Júpiter  era el señor del cielo y azul el color de su reino, en la religión judía, el cielo es el trono de Yahvé, en Israel, la estrella  de David, su símbolo religioso más representativo, es de color azul,  en relación a lo anterior podíamos citar también como ejemplos  al color amarillo, asociado por la mayoría de las culturas al sol , el rojo, asociado a la sangre , al fuego y al calor, el negro, a la noche y a la oscuridad, el verde a lo natural y vegetal, y por tanto,  todos ellos ,y por leyes de asociación, a una o varias de las respectivas ideas  y connotaciones  que a su vez estos conceptos, objetos y entes, poseen de manera individual, por asociación de ideas.