Un paseo por la historia de la cerveza

La cerveza es una de las bebidas más utilizadas en el mundo. Con ratios de consumo que cada vez aumentan más, estamos ante el líquido más pedido en bares, y más utilizado en fiestas y reuniones de todo tipo.

Pero, además de las muchas historias y anécdotas que encierra y que la gente conoce, la cerveza tiene un paseo histórico muy interesante, y plagado de momentos únicos que la han llevado a ser lo que es a día de hoy para el consumidor.

Paseo histórico por España

En España, país cervecero donde los haya, se han encontrado los vestigios y datos más antiguos sobre la cerveza. Si en su día se pensaba que los restos más antiguos de la misma eran los encontrados en el Valle de Ambrona en Soria, que databan del año 2400 a.C., ahora se ha descubierto que todo viene de muchísimo antes, concretamente del 3000 a.C., gracias a los descubrimientos que se han realizado en la zona de la cueva de Can Sadurní, situada en Barcelona.

Esos son los datos más antiguos en España, pero ya se sabe que en la antigua Roma, los habitantes de la península disfrutaban de una bebida denominada celia o ceria en honor a la diosa Ceres, que se asemeja mucho a la cerveza de hoy en día; bebida de la cual los Visigodos se adueñaron de su autoría. 

Tras un gran bajón en su consumo durante una larga época, la llegada a nuestro país de Carlos I de España y V de Alemania en el siglo XVI, hizo que ascendiera como la espuma. El gusto de la cerveza de calidad imperaba en Flandes, y el propio rey hizo venir a nuestras tierras a maestros cerveceros de la época para poder disfrutar de su bebida más preciada.

Tras su renuncia al trono y su retirada al monasterio de Yuste, el ex monarca mandó construir una fábrica de cerveza en dicho lugar, dirigida por Enrique van der Duysen, cervecero personal.

En el siglo XVI, la bebida que gobernaba la tierra española era el vino, sin embargo, los maestros cerveceros estaban en auge, y se crearon las primeras fábricas en Madrid y Santander. A finales del siguiente siglo, en la capital de España a día de hoy, ya existían dos fábricas, las cuales producían hasta 250.000 litros de cerveza al año, en un monopolio cedido a diferentes familias.

Monopolio que se cerró con la guerra de la Independencia, y que permitió la libre creación de factorías de cerveza.

A finales del siglo XIX, la cerveza era tan consumida como el vino, había seis fábricas en el territorio nacional y 15 millones de litros eran producidos anualmente. La fábrica Hijos de Casimiro Mahou, una de las cerveceras más importantes de hoy en día, abrió sus puertas como fábrica de hielo y cerveza. Todos estos datos fueron creciendo exponencialmente hasta que se alcanzó la cifra de 83 millones de litros, en vísperas de la Guerra Civil que dividió a España. Todo lo frenó la posguerra.

Hasta las décadas de los sesenta y setenta, donde el consumo y el turismo propician un crecimiento de la cerveza enorme, alcanzando cifras como 343 millones de litros en 1960, hasta llegar en 1980 a 2.003 millones de litros. Durante el transcurso de este siglo XX, Mahou se afianza como la factoría de cerveza por excelencia, y una de las más reconocidas de todo el panorama.

A día de hoy, España es el cuarto productor de cerveza de la Unión Europea con más de 33,4 millones de hectolitros en el año 2010.