La nueva operación de cataratas corregirá más problemas visuales

Las cataratas es una de las patologías más habituales en las personas en proceso de envejecimiento, afectando a un gran número de pacientes y del que no hay patrón de comportamiento de salud que permita evitarlas. Todos, en algún momento, somos susceptibles de padecerlas... pero, afortunadamente, la cirugía que la trata es una de las más probadas y habituales que se realizan en todo el mundo, permitendo remediarla con éxito de un modo sencillo y eficaz para solventar los problemas de visión y calidad de vida que ocasionan. 

 

La catarata no es otra cosa que la opacidad progresiva parcial o total del cristalino. Esta opacidad lo que provoca es que la luz se disperse dentro del ojo impidiendo a la retina enfocar, lo que crea imágenes difusas que entorpecen la visión. Las cataratas crean problemas de visión que impide apreciar los colores, los cambios de contraste lo que impide desarrollar con normalidad las actividades cotidianas como conducir, leer, etc.

 

Típicamente, la operación de cataratas implica la eliminación del cristalino enfermo, que es sustituido en la misma intervención por una lente intraocular monofocal. Aunque la intervención, que apenas dura 60 minutos, tiene unas garantías altísimas de éxito para la eliminación de las cataratas, en muchos pacientes que se someten a la misma aún dependían del uso de unas gafas de lectura después. Recientemente, se han realizado avances para una nueva tecnología que se centra en que la lente de reemplazo corrija también una posible deficiencia visual del paciente, todo a la vez en la misma intervención y sin entrañar ningún riesgo adicional.

 

"Estas nuevas lentes, que han tenido mucho éxito, permiten que los pacientes alcancen mucha más profundidad de campo en la visión después de la intervención, haciendo que los pacientes alcancen a ver cosas en sus portátiles, tabletas... cosas de ese estilo", -declaró el Dr. Tal Raviv, oftalmólogo.

 

El propio Dr. Raviv emplea este nuevo modo de operar y realiza la operación de cataratas en dos partes: en la primera, con un láser, realiza el corte en para sustituir el cristalino que ha quedado opaco; en la segunda, se realiza un procedimiento rápido en la sala de operaciones que implanta una nueva lente.

 

"Lo bueno de este tipo de cirugía es que una vez que se coloca el implante de una nueva lente, hemos corregido los ojos del paciente con alguna otra corrección, y esa es la forma en que permanecerá para siempre", -afirmó el Dr. Raviv.

 

La gran ventaja de la cirugía de cataratas es que no tiene una especial afectación sobre el paciente. Un simple sedante suave basta para realizarla con toda normalidad, sin especial peligro, pudiendo operarse a personas de más de 70 años que llevaban décadas con un visión progresivamente defectuosa y a los que se les restaura una calidad de visión de mucha mayor calidad. La mayor afluencia de luz y la distinción mayor de los colores son los primeros síntomas de mejoría que los recién intervenidos declaran.

 

Al igual que con cualquier cirugía, existen riesgos de infección y otras complicaciones, dependiendo del estado de salud general del paciente. El cuidado postoperatorio de cualquier operación de cataratas incluye: una revisión a las 24 horas de la intervención, hasta la cual el paciente habrá llevado el ojo cubierto con algún tipo de parche o protecciónntransparente que impida su roce fortuito.

 

Tras la primera e inmediata revisión, una segunda revisión a la semana de la intervención se hace necesario por parte del oftalmólogo, para asegurar la correcta evolución de los ojos del paciente que se estará tratando con algunos medicamentos y gotas para asegurar el proceso de curación. Una última revisión al mes de la operación de cataratas confirmará la recuperación total de las cicatrices en el ojo así como la medida de la recuperación de la visión que se ha logrado con la incorporación de la nueva lente graduada.