Una nueva oportunidad
Una noche yo pensaba en lo programado que está el hombre para vivir y que no es él quien lo determina, aunque mucho tenga que ver el cuidado del cuerpo, la alimentación y el bienestar, no es el hombre quien lo determina.
Hoy dia no se ven personas entre los 100 a 120 años de edad, son muy pocas las personas que llegan entre los 80 y 90 años, se ve morir seguidamente a muchas personas que no alcanzan los 40.
Algo que me llama mucho la atención es la forma tan perfecta como fue hecha la creación y la existencia del ser humano. En la escuela se nos enseña que el hombre nace, crece, se reproduce y muere, pero en ese lapso de tiempo suceden diversas situaciones que son importantes en la vida de cada individuo, a nivel personal y en relación con la sociedad de acuerdo a su propósito y su destino.
Muy pocas personas han llegado a conocer el propósito para el cual Dios le creó, así, muy pocas de los que llegan a conocer ese propósito lo desarrollan; no es solo cuidar el cuerpo y buscar un bienestar que genere tranquilidad y confianza, va más allá de lo que el ser humano quiere lograr, es entender que fuimos diseñados con un propósito y que este debe cumplirse durante el tiempo que vivas aquí en la tierra. El propósito no es más que el plan perfecto de Dios en la vida de cada persona, este debe cumplirse siempre y cuando el hombre tome la decisión de permitirle a Dios que lo haga. Hay algunos dichos populares, y jocosos por cierto, entre ellos “no es lo mismo la mamá de mi suegra, que la suegra de mi mama” o “no es lo mismo la sopa de mi suegra, que mi suegra en la sopa” je je, o una de mis frases la cual uso para mostrar el orden en el que deberia vivir el hombre, “no es lo mismo vivir en Dios, que vivir para Dios”. Cada una de estas frases muestra una parte que es correcta y otra que no corresponde a la realidad.
Las dos primeras frases muestran una parte correcta y jocosamente otra parte fuera del contexto, pero en la última frase hay una parte de la frase que es indispensable para el ser humano y es el vivir en Dios, es la parte donde nos encontramos todos, la creación hecha por Dios, vivir en su aire, en el agua, en la naturaleza, todo lo que necesitamos para subsistir esta en Él, vivir en la salud o enfermedad, riqueza o pobreza, pero la segunda parte de la frase complementa lo que se necesita para vivir bajo el propósito que Dios tiene con cada persona, vivir para Dios, no es vivir la vida por vivirla como muchos lo hacen, sin medir las consecuencias de los errores, vivir para Dios es dejar de hacer lo que se quiere para hacer lo que Él quiere, ¿Qué es lo que quiere Dios con cada persona? que le conozca, que le amen, que le honren y le agraden. ¿Qué quiere dar Dios a cada persona? vida, aquí en la tierra vida en abundancia y en el cielo vida eternamente, largura de días, salud, bienestar, paz, amor y prosperidad, gozo y una familia para que la disfrutes. Hoy día, son muchas las personas que tienen miedo a morir, a otras no les importa su condición y se han conformado a vivir desenfrenadamente bajo malos hábitos, bajo el error de la independencia, llevando a sus sucesores en la familia a lo mismo, a que se repitan los fracasos, divorcios, hasta guerras entre la misma familia, el hombre ha tenido en poco el saber que Dios quiere bendecirle. La invitación hoy es para que tengas en cuenta a Dios a Dios en tu vida, dándole la oportunidad a tu familia y a ti mismo de cambiar sus destino. ¿Cómo hacerlo? permitiendo que el cumpla ese propósito que tiene en tu vida, dejando que Dios haga lo que tiene que hacer, con él las cosas son mejores.
Después de haber leído este articulo ten presente: vivir fuera del propósito de Dios acorta los días de vida.
"Verdaderamente Rico es el que Reconoce su Necesidad ante Uno que la Puede Suplir"
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