El riesgo de consumir tabacos falsos
La creciente demanda por tabacos de calidad, los elevados precios y el desconocimiento de gran parte de los consumidores crean un caldo de cultivo para la industria de imitación de los cigarros puros. Hay un riesgo de consumir tabacos falsos, este recae en la falta de controles sobre la fabricación de estos productos, que no solo derivan en una estafa al comprador sino que no queda claro qué sustancias ingresan al organismo del fumador.
Mercado en aumentoDifícilmente una persona con poca experiencia en el mundo del tabaco sea capaz de reconocer un puro original de una imitación sin antes fumarlo. Esto le ha abierto las puertas a las redes de falsificación a muchos países. Los medios de comercialización suelen ser distintos a los distribuidores autorizados y la calidad del producto, desde el empaque hasta el empaquetado, está por debajo a la de un original, aunque en ocasiones puede ser una imitación bastante acertada.
El riesgo de consumir algunos tabacos falsos está principalmente ligado a la salud. Todo el proceso de fabricación de los cigarros puros está cuidadosamente vigilado: la siembra en los semilleros, el cuidado de los cultivos, tratamiento de las tierras, los plaguicidas que se utilizan, la selección y el procesamiento de las hojas… Todo, hasta que los puros entran en la caja donde se vendarán, está estrictamente controlado.
Cuando el cigarro proviene del mercado negro no hay garantías sobre el cuidado que recibió o el tipo de hojas que se usó. Estos ni siquiera pasan por un control sanitario, lo que puede derivar en un riesgo muy elevado para la salud.
Los tabacos cubanos son considerados objetos de lujo y como tal son atractivos para falsificadores de todo el mundo. El Gobierno de la isla, consciente de esto, ha intentado frenar el mercado de los habanos falsos implementando más medidas de seguridad y control en las aduanas, tales como el cambio de los sellos que se aplicó hace ya unos años e imponer la presentación de facturas de compra en los aeropuertos para viajar con cierta cantidad de estos cigarros.
Pistas para descubrir la imitaciónSin embargo, también es responsabilidad del consumidor evitar el consumo de los tabacos falsos. Existen pistas para detectar los puros falsos al momento de la compra. En primer lugar está el método de distribución, hay que evitar comprarles a personas en la calle y fuera de los distribuidores autorizados.
Luego tenemos el precio del producto. Si este está muy por debajo del costo en el mercado se trata de una falsificación. En el caso de los habanos que tienen tanta demanda, difícilmente se conseguirán los cigarros en oferta.
Fíjese bien en los detalles de la caja, el tipo de madera que se usó, la manera en cómo están almacenados los cigarros, que las divisiones dentro del empaque sean prolijas, así como el aroma que desprende al momento en que se abra el envase.
Los detalles del tabaco también dan indicios sobre su origen. Hay que inspeccionarlo cuidadosamente para encontrar alguna irregularidad en el armado. El cigarro tiene que ser uniforme. Las anillas, por su parte, tampoco deben presentar ninguna anomalía en la impresión o la colocación alrededor del puro.
Los habanos tienen detalles muy específicos como la impresión de sellos de origen a calor en la base de la caja, la colocación del sello de seguridad al borde de la tapa. Dentro de la empaque siempre vendrá un papel con la garantía de calidad, así como las instrucciones de almacenamiento impresas.
Al conocer el riesgo del consumo de tabacos falsos, está en manos de los compradores ayudar a combatir el contrabando y la falsificación de los cigarros. Sigue estos tips para asegurarte de que estás adquiriendo un producto de calidad.
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