Arreglar una puerta que chirria o cruje

En ocasiones las puertas hacen molestos ruidos. Arreglar una puerta que chirría o cruje es sencillo, vamos a ver cómo hacerlo. En primer lugar, hay que localizar la parte de la puerta que hace ruido. Hay dos posibilidades:

Al inicio del movimiento de apertura:

 Ocurre mientras la puerta aún está en el hueco del marco. En ese momento lo más seguro es que el problema tenga que ver con el encaje de la puerta en el marco. Pueden ocurrir dos cosas:

El ruido se produce al girar la llave o accionar la manilla para abrir, pero antes de empezar a mover la puerta. En este caso el problema seguramente se deba a que los elementos de cierre de la cerradura, el resbalón, el paletón, ganchos, etc., están presionando contra el lateral del cerradero. Para arreglar este problema basta agrandar el hueco del cerradero hacia la parte interior de la puerta. Pero hay que tener cuidado de no hacerlo demasiado grande, la puerta quedaría cerrada con holgura.

El ruido se produce al iniciar el movimiento de la puerta, después de accionar la llave o la manilla. En este caso el problema estará en el ajuste de la puerta con el marco, porque ambas partes están en contacto. En este caso bastará con rebajar un poco puerta y/o marco en los lugares donde contactan.

Durante el resto del recorrido de la puerta

El ruido suele ser de tipo chirrido y también puede tener dos orígenes:

Falta de lubricación en las bisagras: Se arregla lubricando las bisagras en las zonas de contacto entre las 2 partes de la misma. Recuerda que lo más indicado es usar un spray de grafito.

La puerta roza con el suelo o se ha introducido algún elemento duro entre la  puerta y suelo que contacta con ambos (como una pequeña piedra). Para comprobar si este es el problema se puede introducir un papel entre la puerta y el suelo, si el papel queda atascado en algún momento es porque la puerta roza en el suelo o que hay algo entre ambos. Si el problema es este último hay que sacar el objeto con cuidado. Si se debe a que la puerta roza con el suelo, para arreglarlo habrá que sacar la puerta e introducir una arandela entre las dos partes de las bisagras. Si aún con esto la puerta sigue rozando el suelo puede ser necesario rebajar el borde inferior con una lija.