La industria del calzado en Valverde del camino

La situación geográfica de Valverde, hace de esta población un lugar estratégico para la industria manufacturera, proporcionando tanto al norte como al sur de la provincia onubense los productos que necesitan. Esto se debe a que la mayoría de pueblos de la provincia son agrícolas o pesqueros, así como mineros haciendo que las industrias del mueble, textil o calzado sean un campo a desarrollar y Valverde aprovecha esta situación.

Pero sin lugar a dudas, la industria por excelencia de esta localidad es el calzado. Desde muy pronto la oferta empezó a superar la demanda y podría decirse que en 1868 alcanza el punto cumbre con la creación del ferrocarril.

La expansión del imperio inglés, a las minas onubenses significo para la provincia un paso agigantado en su desarrollo, Valverde también se vio beneficiada, ya que muchos ingleses impulsaron las industrias valverdeñas entendiéndolas como propias y transmitiendo a los lugareños el amor por las cosas bien hechas, valores que aún conservan y que los llevaron a conseguir hacer máquinas de realización del calzado muy avanzadas y encargarse de su mantenimiento.

En 1912 se realiza el primer taller mecanizado de calzado, que servirá de modelo para toda Andalucía y Extremadura, dejando constancia de la superioridad técnica valverdeña. Pocos años después aparece una industria paralela a la del calzado completo, “Los cortes aparados” en los que las piezas ya cortadas eran enviadas a otras fábricas de cazado para que solo tuviesen que montarlo, otra industria con un gran auge a principios del siglo XX

Pero no se puede valorar la industria del calzado solo por la parte técnica, ya que también y sobre todo hoy en día cobra vital importancia el diseño de cada zapato. Pero en diseño también nos sorprende esta localidad. En 1878 Manuel Mantero Asuelo demuestra su valía en este campo recibiendo el premio de la exposición internacional de Viena por la creación de un par de zapatos femeninos. A pesar de ello no es hasta más adelante cuando esto realmente cala en la industria local, concretamente en 1924 cuando, otro ilustre valverdeño, Manuel Romero Pérez, obtiene el título de “Patronista-modelista de calzado”, el primero en la localidad. Este hecho provoca una revolución, mejorando todo lo que hasta el momento se había conseguido, la confección de calzado se convierte en un arte, a nivel de diseño y a nivel técnico, logrando una mejor adaptación del calzado al pie. Pero sobre todo en la reducción de costes, ya que con las nuevas técnicas de corte se aprovechan más las pieles.

A principios de los años 30 el calzado de valverde adquirió fama nacional, pero con la guerra civil, se sufre un gran retroceso. Pero no tardará mucho tiempo en recuperar su impacto en este sector industrial, tal y como hoy lo conocemos, en los años 50 se hace la primera exposición sobre botos camperos, que se convertirá en el símbolo del está localidad por excelencia y que conseguirá el mayor florecimiento del calzado en los años 70.

Hoy día empresas familiares con una dilatada experiencia como la marca JOSE DE MORA continuan fabricando de forma artesanal pero aplicando las últimas tecnologías, el calzado más exclusiva y de la más alta calidad.